La prohibición de visitas a los internos del Reclusorio Norte motivó una riña que dejó como saldo siete reos heridos, además de enfrentamientos entre granaderos y familiares de los presos, quienes exigían ingresar al penal.

Luego de que los disturbios fueron controlados, el gobierno del Distrito Federal anunció que se permitirá la entrada de una persona por interno este sábado y domingo en todo el sistema penitenciario de la ciudad; las visitas habían sido suspendidas como medida de prevención para evitar posibles contagios de influenza humana.

A pesar de que por la mañana, tanto el jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard Casaubon, y el secretario de Gobierno, José Ángel Ávila Pérez, señalaron que no habrían visitas para proteger a la población carcelaria, por la tarde, el subsecretario de Gobierno, Juan José García Ochoa, informó que se permitirán breves ingresos, para que se cercioren de las condiciones en que se encuentra su familiar, llevarle comida o enseres para higiene personal.

Después de más de ocho horas de manifestación en la que más de 200 personas lanzaron piedras y botellas contra los granaderos que resguardaban el penal por la prohibición de ingresar, García Ochoa precisó que quienes deseen visitar a su familiar deberán pasar una revisión médica para cerciorarse de que no estén infectados por el virus de la influenza A1H1N1 y evitar así contagios entre los internos, además de que estará prohibido el paso a niños, embarazadas y personas de la tercera edad.

Poco antes de las nueve de la mañana, las autoridades penitenciarias reportaron una riña entre presos de los dormitorios cinco, seis y siete, que dejó siete reos lesionados por golpes, que fueron atendidos en la enfermería del reclusorio; versión que no aceptaron los familiares de internos quienes aseguraron que se trató de un intento de motín por la falta de comida.

Cientos de granaderos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal llegaron a resguardar el inmueble, mientras que personal del agrupamiento de Fuerza de Tarea de la policía y del Grupo Especial Táctico Tiburón de la Procuraduría General de Justicia capitalino tomaban el control del lugar.

A las 13 horas, el secretario de Gobierno, José Ángel Ávila, en conferencia de prensa, dijo que el pleito, en el que participaron alrededor de 30 personas, fue consecuencia de una discusión entre dos grupos de internos que estaban a punto de iniciar un partido de futbol, lo que, agregó, aprovecharon las familias de los presos que se encontraban fuera del centro penitenciario para pedir que se les otorgaran facilidades para hacerles llegar la comida que llevaban.

Cabe recordar que desde que inició la alerta sanitaria por el brote de influenza humana, la Subsecretaría del Sistema Penitenciario de la ciudad decidió cancelar las visitas en todos los reclusorios como medida de prevención, lo cual ocasionó quejas por parte de los familiares, pues los presos comen lo que les traemos, porque la comida de aquí es una porquería.

Al ser cuestionado sobre la situación, el jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard Casaubon, rechazó que se tratara de un motín y aclaró que era una protesta de los internos que se oponían a la suspensión de la visita familiar.

Dijo que la situación está bajo control y no hay lesionados, y explicó que con la medida de cancelar las visitas el Gobierno del DF busca evitar el contagio entre los internos y sus visitantes, pues no podía permitir que más de 50 mil personas entren y salgan de los reclusorios cuando hay una alerta sanitaria. La población debe acatar la disposición, pues es por el bien de todos.

En la refriega resultaron lesionados Jesús Baltasar Díaz, Luis Francisco Ramírez Saldaña, Alonso Rojas Flores, Luis Guevara García, Juan Carlos Álvarez Morales, Édgar Lavalle Sánchez, Juan Carlos Campos Gracia; de acuerdo con las autoridades penitenciarias, al mediodía ya se tenía controlada la situación.

Sin embargo, afuera del reclusorio más de 200 personas exigían que se les permitiera ingresar para corroborar que sus familiares se encontraban bien, lo cual fue negado por las autoridades, que finalmente permitieron la entrada de tres personas para que certificaran que la comida que habían llevado fuera entregada a los presos.

Sin embargo, para los inconformes no fue suficiente, y para las cuatro de la tarde, lanzaron piedras y botellas contra los granaderos, así como contra una camioneta que se encontraba estacionada frente a la zona de aduanas, además de que encendieron pequeñas fogatas.

Elementos policiacos respondieron a las agresiones con sus escudos y patadas, para finalmente replegar a los quejosos y detener a Elizabeth Guiza Silva, quien fue trasladada a la agencia 21 del Ministerio Público.

Una vez controlada la situación, el subsecretario de Gobierno, acompañado de la segunda visitadora de la Comisión de Derechos Humanos del DF, Patricia Colchero, anunció la decisión de permitir las visitas este sábado y domingo en todos los reclusorios.

Cabe resaltar que en los reclusorios Oriente, Sur y el femenil de Santa Martha se han registrado diversos incidentes por falta de comida y visitas, informó Sabás Cruz, presidente del Colectivo Heberto Castillo dedicado a la defensa de los derechos de las personas en situación de reclusión.

Al lugar también acudió personal de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que en un comunicado informó que permanecerá atenta a la evolución de lo ocurrido en el Reclusorio Norte y aseguró que para realizar la investigación de los hechos solicitará información a las autoridades involucradas.