El Gobierno del Distrito Federal no se arrepiente de haber adoptado medidas extremas para evitar la propagación del virus de influenza humana A/H1N1. Lo que se hizo totalmente valió la pena, aseguró el secretario de Salud del gobierno local, Armando Ahued Ortega.

Los resultados alcanzados lo dejan más que claro; ante la incertidumbre que había no sólo en México, sino en el mundo entero a causa del virus, fue mucho mejor extremar todas las medidas. Lo que necesitamos ahora es que la comunidad internacional sepa que al igual que Nueva York, París o Madrid, o en cualquier otro lugar donde también hay enfermos, la ciudad de México vive ya en la normalidad, señaló el funcionario.

Entrevistado en el aeropuerto capitalino, donde realizó un recorrido por las instalaciones para verificar junto con autoridades aeroportuarias y federales la aplicación de las medidas sanitarias, el secretario Ahued calificó de excelentes no sólo las medidas adoptadas, sino el tiempo en que se aplicaron, respondiendo con rapidez a la emergencia sanitaria que tuvo al mundo en la incertidumbre.

Incluso advirtió que de no haber tomado estas medidas, en este momento el país estaría todavía en contingencia, y no como está ahora, cuando el gobierno capitalino ya bajó de amarilla a verde la alerta sanitaria, que implica prácticamente la normalización de todas las actividades cotidianas.

El funcionario recordó también el reconocimiento hecho por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que señala que de no haber actuado el gobierno mexicano, los fallecimientos por este virus habrían rebasado los 8 mil 400 casos, así como el número de personas contagiadas.

En el recorrido por el conjunto aeroportuario, realizado por el secretario Ahued; el director del AICM, Héctor Velázquez; funcionarios de sanidad internacional de la terminal aérea, dependiente del gobierno capitalino, y de Medicina Preventiva del Transporte, de la SCT, se informó al personal que los cubrebocas son ya innecesarios en esta nueva fase de alerta verde.

Se informó que durante la emergencia se han identificado 15 personas sospechosas de portar el virus de influenza, a quienes se impidió abordar su vuelo y se les remitió a hospitales de la ciudad de México, aunque ninguna de las pruebas practicadas dio positivo.

Personal médico de los gobiernos capitalino y federal, que labora coordinadamente en el aeropuerto, explicó a los funcionarios el proceso de seguridad sanitaria que se aplica a los pasajeros. Durante la revisión, el secretario Ahued se percató de las precarias condiciones en que labora el área de sanidad internacional, en la que se carece incluso de mobiliario y equipo suficiente, e instruyó al director de Administración y Finanzas de la dependencia, Fernando Padilla, hacer lo necesario para convertirla en una unidad modelo dentro del aeropuerto, con instalaciones dignas.

Luego de su paso por las áreas de documentación, migración, filtros de acceso, bandas de reclamo de equipaje, salas de última espera y del aerotrén, los funcionarios tuvieron una reunión privada con sus respectivos equipos, en la que se acordaron las medidas que se tomarán en un futuro, que implican continuar con las cámaras termográficas y las medidas de higiene y limpieza del aeropuerto, que sirven no sólo para evitar el contagio del virus de influenza, sino de muchas otras enfermedades, dijo el secretario de Salud del Distrito Federal.