Después de 28 días, ayer las actividades económicas y sociales del Distrito Federal volvieron a la normalidad al cambiar el nivel de la alerta sanitaria de amarillo a verde. Meseras, choferes de taxis y microbuses, así como usuarios del transporte público se olvidaron del cubrebocas y de los guantes, aunque se mantienen las recomendaciones de lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón, limpiar casas y oficinas y el monitoreo en escuelas.

Al hacer el anuncio, el vocero del Comité Científico de Vigilancia Epidemiológica y Sanitaria, Malaquías López, explicó que el número de contagios de influenza A/H1N1 reportados y confirmados mostró una marcada tendencia a la baja, el caso más reciente de contagio se presentó hace siete días. Mientras que con el regreso a clases de más de 2 millones de estudiantes tampoco se registró ningún caso de transmisión.

Podemos estar tranquilos de que este virus está bajo control, enfatizó el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, aunque aclaró que esto no significa que desapareció, pero, ahora los ciudadanos saben que si presentan alguno de los síntomas vinculados con la influenza deben acudir al doctor y además de no abandonar los hábitos de limpieza, ya no con temor, si no por conveniencia.

Detalló que las labores de limpieza que se realizan en escuelas, en particular lo referente al mantenimiento de los baños, seguirá, al igual que los filtros escolares para detectar algún alumno con síntomas de influenza. Asimismo, los operadores del trasporte público deberán tener limpias sus unidades.

Se reiteró que el Comité Científico de Vigilancia Epidemiológica y Sanitaria de la Ciudad de México se mantendrá alerta para prevenir y/o contener cualquier emergencia sanitaria generada por la presencia del virus de la influenza.

El anuncio tomó por sorpresa a los encargados de restaurantes, usuarios del transporte público y vendedores ambulantes, que al no estar enterados siguieron con el cubrebocas o se formaron para recibir gel antibacteriano.

En un restaurante del Centro se le comentó al gerente sobre el cambio de la alerta y que ya podía quitarse el tapabocas. De entrada se congratuló por la decisión, pero dijo que esperaría a que se les notificara oficialmente, no sea que nos vayan a multar.

En los principales medios de transporte público se mantuvieron las medidas sanitarias. En los siete módulos instalados en las estaciones La Raza, Zócalo, Hidalgo, Balderas, Chabacano, Tacubaya y San Lázaro del Metro, los usuarios hicieron largas filas para la aplicación de gel. Mientras que 3 mil trabajadores de limpieza seguirán con la desinfección de trenes, vagones, pasamanos, torniquetes y pasillos de la red del Metro; por su parte, los operadores de la RTP y trolebuses mantendrán la medida de colocar en una bolsa de plástico los boletos de acceso.

En el Metrobús, los pasajeros contarán, en cada una de las líneas, con áreas donde obtendrán gel cuando desciendan de las unidades, pues el virus llegó para quedarse y no podemos bajar la guardia, pues corremos el riesgo de que aparezca un nuevo brote, coincidieron en señalar los encargados de dichos medios de transporte.

Los taxistas saben que se levantó la alerta sanitaria, pero siguen usando el cubrebocas para evitar que algún agente de tránsito les pida mordida por no portarlo. Los guantes, dicen, los dejaron de utilizar hace días, porque se nos cocían las manos.

En el mercado de la Magdalena Mixhuca la mayoría de los locatarios seguían con el cubrebocas puesto. En la administración aún se puede ver un anuncio en el que se pide a los comerciantes continuar con las medidas decretadas por la Secretaría de Salud, además uñas cortas y sin pintar.

Con información de CAL