Valparaíso, 21 de mayo. La presidenta chilena, Michelle Bachelet, anunció hoy en su cuarto y último informe de gobierno que pondrá en marcha un ambicioso plan de protección social en materia de pensiones, vivienda, combate a la pobreza y apoyos para los recién nacidos de cara a la crisis global, porque su costo no lo pueden pagar los trabajadores.

Sin embargo, en las calles aledañas al Congreso, donde la mandataria rendía su cuenta anual ante el pleno, grupos de sindicalistas protestaban, entre los que había deudores de viviendas en reclamo de apoyos del gobierno y profesores que exigían el pago inmediato de un bono.

La policía arremetió contra los manifestantes con gases lacrimógenos y chorros de agua para impedir que se acercaran al recinto. Los choques entre la policía y los sindicalistas finalizaron con al menos dos heridos, entre ellos un fotógrafo, que fue llevado al hospital, y decenas de detenidos.

En ese contexto, el líder de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Arturo Martínez, criticó la falta de anuncios laborales y afirmó que no se puede pensar el país sin los trabajadores.

La presidenta Bachelet aseveró que a la gente le decimos: en estos momentos de crisis no los dejaremos solos, y que el país debe hacer un esfuerzo especial en momentos difíciles.

Parafraseando al recién fallecido poeta uruguayo Mario Benedetti, la mandataria asentó que Chile debe ser para todos. Asimismo, se felicitó porque Chile adhiere al Tribunal Penal Internacional.

Su plan social, dijo, se traducirá en un nuevo bono de invierno de unos 80 dólares para los más pobres, ampliar a casi un millón de chilenos las pensiones básicas solidarias de unos 270 dólares, erradicar la totalidad de las villas miserias, entregar ajuares a los recién nacidos y construir unas 170 mil viviendas por año para sectores pobres, además de otros subsidios.

Resaltó el acuerdo alcanzado con los grandes y pequeños empresarios, y con los trabajadores, que motivó la rápida aprobación de un conjunto de leyes, en que se incluye la capacitación para evitar los despidos en el país.

Llamó a los empresarios para que cuiden el empleo. Incluso, dijo que enviará un proyecto de ley para castigar con cárcel a los especuladores y a los grupos que se coludan para fijar precios.

En otros puntos, Michelle Bachelet insistió en los avances en equidad de género y la necesidad de seguir avanzando especialmente en el terreno político.

También habló de las dos grandes carencias del país, el remplazo del sistema electoral binominal, enclave dictatorial que la derecha ha defendido para impedir su desmantelamiento, así como el derecho a votar de los chilenos que residen en el extranjero.

Por último, abogó por mantener una relación inteligente con Perú con miras al siglo XXI. En ese sentido, insistió en que a Chile le asiste la seguridad jurídica y la solidez de sus argumentos frente a la demanda de límites marítimos que Lima presentó en enero de 2008 ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.