El director del recinto madrileño presentó una renovada Colección permanente
crisis sistémica, el Reina Sofía propone innovador paradigma museístico
Las instituciones culturales deben crear modelos para entender mejor este mundo: Borja-Villel
Miércoles 27 de mayo de 2009, p. 5
Madrid, 26 de mayo. Estamos inmersos en una crisis sistémica
, por lo que el Museo Reina Sofía asume la obligación
de crear un nuevo modelo o paradigma museístico
que ayude a entender mejor las vicisitudes de las próximas décadas.
Si el modernismo y las vanguardias se inspiraron y reflejaron en sus creaciones el hambre, la guerra, el exterminio, la creación de un mundo industrializado y consumista, ahora, cuando se habla de postpostmodernidad, se busca desenmarañar un mundo asfixiado por sus excesos, ante un creciente descontento.
Manuel Borja-Villel, director de la pinacoteca madrileña, presentó hoy a representantes de los medios de comunicación la renovada Colección permanente, en la que no sólo hay más de 400 obras nuevas –sobre todo de las décadas recientes–, sino una transformación radical del concepto de ese acervo y de la historia del arte.
El empeño por romper con el modelo tradicional, pues a veces primaba más el carácter cronológico o una clasificación por autor, ha transformado por completo al Reina Sofía.
Un ejemplo: en la sala que abre la Colección permanente se enfrentan, a manera de diálogo, una cuidada selección de Los desastres de la guerra, de Francisco de Goya, con unos cuadros de Gutiérrez Solana, la España negra de Darío de Regoyos y un video de los hermanos Lumière que se exhibe de forma permanente.
Cuadro de Remedios Varo
Borja-Villel, responsable de esa transformación del Reina Sofía, explicó la razón última de su afrenta al clasicismo mediante un nuevo paradigma museístico.
Estamos no ya en una crisis financiera o de valores. Estamos inmersos en una crisis sistémica. Es muy probable que el llamado modelo neoliberal esté en decadencia y, por tanto, en proceso de extinción. El mundo será diferente a partir de ahora. Y las instituciones culturales están obligadas a crear modelos que ayuden a entenderlo mejor
, señaló.
Para confeccionar este nuevo modelo, Borja-Villel –con la curadora Charo Peiró– eligió más de un millar de obras entre más de 17 mil que posee la pinacoteca, las cuales fueron a su vez distribuidas mediante un concepto novedoso en 7 mil 500 metros cuadrados.
La nueva colección incluye más de 500 obras nunca vistas, pues permanecían guardadas en las bodegas subterráneas del recinto, como un cuadro de Remedios Varo, Modernidad, 1936.
El acervo ya no está ordenado de forma lineal; la obra no aparece necesariamente agrupada y el recorrido ya no es cronológico.
Una de las salas más atractivas es en la que, como preámbulo de la exhibición de la gran obra –el Guernica de Picasso– se muestran fotografías de Centellas y Robert Capa de la Guerra Civil, con el documental Las Hurdes, de Buñuel y carteles previos al conflicto.
Antes de llegar a esa obra monumental que es el Guernica, buque insignia del museo y uno de los símbolos pacifistas en el mundo, el espectador no sólo es testigo de los estudios del artista para culminar su creación, sino que se acompaña de obras fundamentales para entender ese cisma.
“El ascenso de los autoritarismos en Europa –explicó Charo Peiró– amenaza y condena a las vanguardias por su carácter experimental y emancipador.
“Tanto el fascismo como el nazismo suponen una regresión a la tradición entendida como dogma, autoridad e imposición. La vanguardia, en su oposición a esta condición, demuestra su carácter de utopía política. En el contexto español, esta tensión se refleja en el Guernica y en el Pabellón de la República en la Exposición Universal de París en 1937. Celebrada en plena Guerra Civil Española y al borde de la Segunda Guerra Mundial, la Exposición Universal es el escenario de la fractura histórica del continente.
“El Pabellón reúne los esfuerzos pictóricos, escultóricos, fotográficos y arquitectónicos de Miró, Alexander Calder, Josep Lluis Sert y Josep Renau, entre otros, por presentar la vanguardia como un ejercicio de resistencia al fascismo ante Europa, pero también como un compromiso con la identidad española que, entre el regionalismo y la modernidad, se enfrenta a la autoridad de una tradición impuesta. El Guernica es la culminación de tales intentos”, concluyó.
Para celebrar este nuevo hallazgo museístico, el Reina Sofía abrirá sus puertas de forma gratuita este fin de semana.