Un homenaje creativo, que incluya una obra coreográfica basada en los temas e ideas que apasionaron a Josefina Lavalle (1924-2009), será el mejor reconocimiento a quien dedicó una vida a la danza, propuso el compositor Mario Kuri Aldana, viudo de la bailarina, coreógrafa e investigadora fallecida la tarde del lunes.

La artista fue despedida ayer en el Palacio de Bellas Artes al filo del medio día. Acudieron pocas personas, sin embargo, un sonoro aplauso recibió al féretro. Durante 50 minutos, discípulos, colegas, admiradores, amigos y familiares montaron guardias de honor.

Nombre de la artista a un aula

En breve charla con la prensa, Kuri Aldana dijo que es una desgracia que la obra de la coreógrafa no sea conocida por muchos mexicanos: el público va a ver las obras de siempre, la mayoría extranjeras. Si bien son hermosas, no existe ninguna necesidad de pasarse la vida viendo lo mismo en vez de montar piezas de una mexicana como Lavalle.

El compositor propuso que se realicen nuevas coreografías basadas en los trabajos de Lavalle: “cultivó varios géneros, como el nacionalismo campirano o el romántico, en sus obras casi siempre está presente la realidad, no son cuentos de hadas ni promesas irrealizables o chabacanas. Si algo las distingue es el contenido social, la ligazón con lo popular que garantice una verdadera comunicación con la mayoría de las personas, no con los estudiosos o preparados, es decir, con el pueblo.

Ella quiso que la danza le gustara a todos, que se divirtieran, que saltaran y brincaran como lo hacen con el mariachi o con los conjuntos jarochos, por ejemplo.

La presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Cosuelo Sáizar, anunció que un aula de la Escuela de Danza Folclórica, que antes albergó a la Academia Mexicana de la Danza, llevará el nombre de Josefina Lavalle.

Los restos de la maestra Lavalle fueron sepultados la tarde de ayer en el Panteón Jardín.