La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) suspendió ayer de manera temporal la operación de 25 de las 26 aeronaves que integran la flota de Aviacsa, debido a que la compañía no aprobó la verificación sobre seguridad realizada por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGCA), y precisó que la medida no está relacionada con la situación jurídica, fiscal y financiera de la empresa.

Los vuelos programados para la tarde y noche de ayer fueron cubiertos con normalidad; sin embargo, la reacción inmediata de la empresa fue suspender el servicio de reservación y venta telefónica y por Internet.

A pesar de lo sorpresivo de la decisión de la SCT y la DGAC, la empresa no ofreció información a los clientes que compararon boletos para viajar de este miércoles en adelante, por lo que se descoce cómo cubrirá sus compromisos.

Más tarde, la compañía rechazó las imputaciones de la SCT y sostuvo que las observaciones de la autoridad no ponen en riesgo la seguridad de los pasajeros. Incluso señaló que hay instituciones de reconocido prestigio internacional que pueden constatar el mantenimiento que reciben las aeronaves de Aviacsa, que es equiparable al realizado en cualquier aerolínea estadunidense.

En un comunicado, destaca también que la Federal Aviation Administration ha llevado a cabo auditorías a la flota de Aviacsa y autorizado a las aeronaves realizar vuelos hacia Estados Unidos.

La SCT precisó que la suspensión de vuelos de Aviacsa es resultado de una verificación reciente a esos aparatos, en la que se detectaron irregularidades que representan riesgos a la aviación y un peligro para la seguridad en el transporte de personas y bienes.

Detalló que la aerolínea contará con 60 días a partir del 2 de junio para cumplir con las medidas de seguridad requerida por las autoridades, por lo que la suspensión no es absoluta, ya que estará en posibilidades de reanudar vuelo conforme sus unidades cubran todos los requerimientos de la DGCA.

La decisión de sacar del aire a Avicsa se da en un entorno de incertidumbre para la industria de la aviación nacional, ya que la situación económica y financiera de las empresas que operan en el país es delicada producto de la crisis económica mundial, del manejo operativo de la empresas y de la caída en la actividad a raíz de la epidemia de influenza AH1N1.

La viabilidad de las empresas del sector dependería de tener acceso a los 3 mil millones de pesos que ofreció el gobierno federal, recursos de los que ninguna empresa ha sido beneficiada, y que en el caso específico de Aviacsa estaba a discusión si esta empresa tendría derecho o no a obtener financiamiento de dicho fondo.