El uso del crédito al consumo, que durante los últimos años mantuvo activo al mercado interno, acumuló en el primer cuatrimestre del año una caída que superó el ajuste esperado por las instituciones bancarias, afectado por el creciente desempleo y la reducción de los ingresos entre la población que ha logrado retener su trabajo.

El ajuste supera lo previsto, comentó Jorge Alfaro, director general de banca de consumo en Santander, uno de los tres principales proveedores de servicios financieros en el país.

Entre diciembre de 2008 y abril de 2009 el sistema bancario redujo el monto prestado al público a través de tarjetas de crédito en 27 mil millones de pesos, de acuerdo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, organismo regulador del sistema.

El ejecutivo de Santander comentó ayer a la prensa que los bancos que operan en México ya anticipaban desde el año pasado una disminución en los préstamos al consumo a través de tarjeta, pero el ajuste provocado por la crisis económica superó las previsiones.

A finales del año pasado considerábamos que, para toda la industria, la cartera de préstamos con tarjeta tendría en 2009 una reducción de 3 por ciento. Sólo en el primer cuatrimestre de este año la disminución ha sido de 8 por ciento, añadió Alfaro, quien también es presidente del Comité de Crédito al Consumo de la Asociación de Bancos de México.

Sin duda hemos metido el freno en los préstamos al consumo, explicó Alfaro.

En el primer trimestre del año, la economía mexicana tuvo una contracción a tasa anual de 8.2 por ciento, la segunda más pronunciada desde la crisis del peso en 1995. En marzo de 2009, comparado con diciembre de 2008, la caída en la actividad económica fue de 5.2 por ciento, según datos publicados hace dos semanas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El ejecutivo de Santander explicó que los factores que están detrás de la disminución en la oferta de crédito al consumo y también del incremento en la morosidad entre los usuarios de estos productos son el aumento del desempleo; la reducción de los ingresos entre las personas que conservan su trabajo y problemas de liquidez entre personas físicas con actividad empresarial que usan la tarjeta para sus actividades cotidianas.

En todo el sistema bancario, la cartera de crédito vencida en tarjeta de crédito equivale a 11 por ciento de los préstamos otorgados a través de estos productos.

Alfaro añadió que en los últimos seis meses se ha estabilizado la morosidad entre los usuarios del dinero plástico, en el sentido de que la cartera vencida respecto de la cartera total ha dejado de crecer. Sin embargo, consideró que es prematuro hacer pronósticos tanto sobre el comportamiento de la cartera vencida en los próximos meses, como del momento en que la banca comercial quite el freno al otorgamiento de préstamos por esta vía.

En la actualidad, dijo, la banca otorga tarjetas de crédito con cuidado y precaución, porque son momentos difíciles desde el punto de vista económico.