Realizar sacrificios en rastros TIF, condición para permitir crianza en el país
Viernes 3 de julio de 2009, p. 16
La industria está dispuesta a aceptar la producción nacional de bovinos, aves y cerdos si los ganaderos cubren el requisito de realizar los sacrificios en los rastros Tipo Inspección Federal (TIF) y comercializar únicamente los trozos requeridos para la elaboración de embutidos y carnes frías, sostuvo el presidente del Consejo Mexicano de la Carne, Eugenio Salinas Morales.
Agregó que la producción nacional es insuficiente para cubrir las necesidades de la industria, que en los casos del pollo cubre sólo 41 por ciento; en bovino, 18; pavo, 2, y en ovino y caprino uno por ciento. En el caso de las pastas de pollo, todas son importadas, pues en el país no hay oferta del producto.
Nuestro problema es que tenemos pocos proveedores, y por ello los industriales deben importar para cubrir la demanda del mercado. En México, el consumo per cápita de las diversas especies de carne es de 70 kilogramos
, asentó.
La industria de preparación de conservas y embutidos de carne genera 35 mil empleos y representa 12 por ciento de la producción nacional del ramo. El año pasado, sus ventas ascendieron 19.4 millones de pesos y produjo 732 mil 425 toneladas, de las cuales, 51 por ciento corresponden a salchichas; 42 por ciento a jamones; 3 por ciento a chorizos y longanizas, y 1.3 por ciento a tocino.
Agregó que la matanza de ganado y aves genera poco más de 16 mil empleos; el año pasado se produjeron 27.4 millones de toneladas de productos, cuyo valor, incluyendo congelados y empacados, es de 5.8 millones de pesos. En tanto, el valor de la industria cárnica es de 19.4 millones.
En 2008 –señaló–, la producción de carne de bovino fue de 1.6 millones de toneladas, cuyo valor ascendió a 53.7 millones de pesos; de porcino se generaron 1.1 millones de toneladas, con valor de 30.9 millones; pollo, 2.5 millones de toneladas, por 53.3 millones, y pavo, 22 mil toneladas, que generaron 756 mil pesos.
Precisó que cada año México importa 600 mil toneladas de carnes de ave y cerdo, y 50 mil toneladas mensuales en promedio de bovinos; compras que no deben verse como “una agresión o como una conveniencia, sino como un nicho de mercado para poder desarrollar la industria, ya que el año pasado el consumo per cápita de pollo aumentó en dos puntos porcentuales respecto de 2007, al situarse en 29 por ciento; en bovino subió un punto y se colocó en 19 por ciento, ya que el consumidor destinó 24 por ciento de su ingreso a la adquisición de carne, abundó Raúl de la Paz, vicepresidente de relaciones institucionales del Consejo Mexicano de la Carne.
En el país sólo hay 117 rastros TIF y 35 están en proceso de certificación, lo que refleja que estamos un poco alejados de la realidad, pues hay una creciente demanda de infraestructura de dicho tipo de rastros y de tecnología
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