El gobierno federal dispuso de 95 mil millones de pesos del remanente de operación del Banco de México en 2008, al que tiene derecho, para cubrir 42 por ciento de la caída anual por 224 mil 518.6 millones de pesos en la recaudación de impuestos y en las aportaciones de Petróleos Mexicanos al fisco en los primeros cinco meses de este año, indicó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

En tanto, en el mismo periodo, las participaciones de los estados resintieron un desplome anual de 23 por ciento, el cual representó una reducción de 35 mil 429 millones de pesos en los recursos transferidos por el gobierno federal a las entidades federativas, incluida la capital del país, para atender sus necesidades de gasto.

Hacienda precisó que si se incluye la compensación con recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF) por la disminución de la recaudación federal participable, de 11 mil 337.2 millones de pesos, las participaciones en enero-mayo de 2009 son menores en términos reales en 17.5 por ciento y el gasto federalizado es menor 9.2 por ciento.

Mayor precariedad en tiempos de crisis y desempleo

De acuerdo con el informe de la dependencia, el monto de los recursos transferidos por el gobierno federal a las 32 entidades federativas ascendió a 193 mil 431.5 millones de pesos en los primeros cinco meses de 2008; mientras que en el mismo periodo del año en curso se redujeron a 158 mil millones, una disminución de 35 mil 429 millones de pesos, que ha colocado la posición financiera de los gobiernos estatales en condiciones de mayor precariedad, para hacer frente a la caída de la producción y el aumento del desempleo que genera la recesión de la economía mexicana.

Por su parte, los ingresos tributarios que de enero a mayo del año pasado aportaron 541 mil 139.5 millones de pesos al erario, en el mismo lapso de 2009 contribuyeron con 488 mil 845.1 millones de pesos, lo que representó una caída de 14.9 por ciento en términos reales la cual, a su vez, significó una reducción de 52 mil 294.4 millones de pesos en la capacidad del gobierno federal para cubrir sus gastos en la forma financiera más sana.

Pero además, la pronunciada baja en el precio de exportación de la mezcla de petróleo mexicana repercutió directamente en una disminución de las aportaciones fiscales de Pemex, las cuales se desplomaron de 329 mil 254.2 millones de pesos en el periodo enero-mayo de 2008, a 157 mil 30 millones en los cinco primeros meses de 2009. Esto implicó una reducción anual de 55.1 por ciento en las aportaciones de la empresa petrolera al ingreso gubernamental, el cual durante el año en curso ha sido menor en 172 mil 224.2 millones de pesos.

Así, la dimensión del hoyo en los ingresos gubernamentales por las caídas en la recaudación tributaria y en las aportaciones fiscales de Pemex ha sido de 224 mil 518.6 millones de pesos en el periodo enero-mayo de 2009, respecto de los obtenidos por las misma vías en el mismo lapso de 2008.

La Secretaría de Hacienda indicó que los ingresos por aprovechamientos por concepto del remanente de operación del Banco de México del ejercicio fiscal 2008 ascendieron a 95 mil millones de pesos, y estos recursos fueron utilizados, como lo establece la Ley de Ingresos, para el fortalecimiento de los ingresos presupuestarios del sector público.

El remanente de operación del Banco de México en 2008 fue generado principalmente por la multimillonaria venta de dólares de la reserva internacional de divisas del país a los bancos, como resultado del diferencial obtenido en las sucesivas y diversas modalidades de subasta de dólares que se llevan a cabo hasta la fecha entre los intermediarios que acuden a ellas para atender los requerimientos de divisas de sus clientes, empresas y personas físicas.

El informe oficial sobre la utilización de esos recursos apuntó: Los ingresos presupuestarios (del sector público) fueron menores en 6.9 por ciento real respecto del mismo periodo del año anterior (enero-mayo), debido a los menores ingresos provenientes de la actividad petrolera y la menor recaudación tributaria no petrolera, que disminuyeron en términos reales en 24 y 14.9 por ciento, respectivamente, lo cual se compensó en parte con los ingresos derivados del remanente de operación del Banco de México.