Economía
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Silvio Berlusconi pretende evitar que se repita la violencia ocurrida en Génova en 2001

Manifestantes se enfrentan a la policía de Italia en una marcha contra el G-8

El Papa envía una misiva en la que insta a países ricos a reforzar la ayuda al desarrollo

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Enfrentamiento de manifestantes contra efectivos policiacos ayer en la ciudad de Vicenza, Italia, frente a la base militar de Estados Unidos, la cual Washington pretende ampliarFoto Reuters
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Policías italianos arrojaron gases lacrimógenos y repelieron a manifestantes que protestaban contra la base militar estadunidense y la reunión de jefes de Estado y de gobierno del Grupo de los Ocho en VicenzaFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Domingo 5 de julio de 2009, p. 25

Vicenza, Italia, 4 de julio. Manifestantes contra el G-8 se enfrentaron brevemente contra la policía italiana este sábado en la primera gran protesta antes de la cumbre de las naciones más ricas del mundo que se celebra la próxima semana.

La policía anti disturbios lanzó gases lacrimógenos contra los manifestantes para evitar que cruzaran un puente y se acercaran a una base militar estadunidense, motivo de controversia, en la norteña ciudad de Vicenza.

Un grupo de inconformes, algunos de ellos usando cascos de motociclista y con sus caras cubiertas, arrojaron botellas, piedras y encendieron petardos que fueron repelidos por fuerzas de seguridad.

A los manifestantes se les permitió posteriormente continuar su marcha, que terminó pacíficamente durante la tarde. No hubo reportes de heridos.

Varios miles de personas participaron en la marcha, lanzada contra los planes de ampliación que haría a la base estadunidense una de las más grandes de Europa, y especialmente contra la cumbre del 8 al 10 de julio del G-8, que encabeza Italia.

Estamos hartos de que los poderosos gobiernen sin consultar a la gente, dijo Martina Vultaggio, de 29 años, una de las organizadoras de la protesta.

Los líderes de Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia, Canadá y Rusia, junto a las principales economías emergentes, sostendrán conversaciones en la ciudad de L’Aquila, concentrándose en la situación de la economía mundial, la regulación financiera, el cambio climático, el comercio y el desarrollo.

Grupos anticapitalistas planean una serie de protestas contra la cumbre en diferentes lugares, empezando con Vicenza, donde los habitantes se oponen a que se doble el tamaño de la base (que alberga 3 mil soldados de la Brigada Aérea 173) debido a que supone una amenaza para el agua subterránea, es peligrosa para los habitantes y para el centro histórico de Vicenza, un tesoro de la arquitectura del Renacimiento.

El primer ministro Silvio Berlusconi quiere evitar que se repita la violencia que empañó la cumbre del G-8 en 2001 en Génova, donde murió un manifestante y muchos más fueron golpeados por la policía.

La canciller alemana y el Papa fijan postura previo de la reunión del G-8

Desde Berlín la canciller alemana, Ángela Merkel, adelantó que en la próxima cumbre del G-8 presionará para que se ponga fin lo antes posible a los programas estatales de reactivación económica.

En entrevista con la edición dominical del diario berlinés Tagesspiegel, la líder conservadora aseguró que la próxima semana en Italia negociará con insistencia para que una vez que se supere la crisis, los gastos estatales vuelvan lo antes posible a un camino sostenible.

Ésa es una importante señal de confianza en la capacidad de actuación financiera de los estados, finalizó.

Por su parte, el Papa llamó a los líderes del G-8 a reforzar la ayuda al desarrollo y a tomar medidas éticas ante la crisis económica, en una carta dirigida al jefe de gobierno italiano Silvio Berlusconi.

“Pido a los países miembros del G-8 y a los demás jefes de Estado y de gobierno presentes del mundo entero que mantengan y refuercen la ayuda al desarrollo, sobre todo aquella dirigida a valorar ‘los recursos humanos’”, escribió Benedicto XVI en la misiva divulgada por la oficina de prensa de la Santa Sede.

En la carta, de tres páginas y escrita en italiano, el Papa recuerda a los líderes que asistirán a la cumbre que las medidas contra la crisis económica mundial deben introducir un valor ético.

La eficacia técnica de las medidas a adoptar para salir de la crisis coincide con la medida de su valor ético, subrayó el jefe de la Iglesia católica.