Monterrey, NL, 4 de julio. En una contienda que tiene como antagonistas al PRI y al PAN, el primero interesado en retener la gubernatura y el segundo empeñado en recuperarla luego de seis años, Nuevo León vivirá mañana una contienda electoral a la que están convocados 3 millones 211 mil 239 ciudadanos y donde la autoridad estatal electoral tiene la expectativa de que acuda a las urnas más de 60 por ciento de empadronados.

Definida por los observadores, y aun con cierto rubor por los contendientes, como la campaña electoral más sucia de que se tenga registro, en la elección de hoy, además del jefe del Ejecutivo local se elegirán 42 diputados locales (26 de mayoría relativa y 16 de representación proporcional), 51ediles y 12 diputados federales.

Se espera tener los resultados de la elección a partir de las 20 horas de este domingo.

En la entidad, tradicionalmente bipartidista, compiten hoy cinco candidatos a la gubernatura: Fernando Elizondo Barragán, del PAN, ex gobernador interino y actual senador con licencia; Rodrigo Medina de la Cruz, del PRI, ex diputado federal y ex secretario de Gobierno; Martha Zamarripa Rivas, del PRD, comunicadora; Guillermo Beltrán, de Nueva Alianza, asesor de organismos privados, y Ernesto Villarreal, del Partido Socialdemócrata, abogado laboral.

Ante la inquietud surgida en los días recientes de que esta porción del país pueda ser víctima durante la jornada electoral de actos violentos por los dos principales partidos o de la delincuencia organizada, el presidente de la Comisión Estatal Electoral (CEE), Eduardo Guerra, insistió todavía hoy en que no hay motivos para colocar focos rojos sobre Nuevo León y aseguró que el Ejército no intervendrá en las elecciones. Aquí tenemos seguridad y estoy seguro de que será un día tranquilo.

Aunque la dirigencia estatal del PRI advirtió que cualquier cosa que altere el orden será responsabilidad del PAN porque apuestan a una contienda respetuosa, legal y civilizada, Guerra Sepúlveda aseguró que los partidos deben ser los principales interesados en comicios tranquilos para recoger los votos de los ciudadanos.

La arquidiócesis de la ciudad de Monterrey colocó una manta en la Catedral, ubicada frente a la Gran Plaza, en la que se invita a los ciudadanos a participar este domingo en el proceso electoralFoto Mex-Pres/ Emilio Vásquez Moreno

Sin embargo, ya desde ahora se anticipa que como ha ocurrido durante el proceso, también la jornada electoral se judicializará; esto es, será llevada a tribunales por alguno partidos contendientes, alegando anomalías.

Y es que los últimos tres meses, Nuevo León se convirtió en territorio de guerra, una muy sucia, donde campearon las descalificaciones y señalamientos entre PRI y PAN.

Así, Nuevo León arriba a esta fecha electoral como una de las entidades más golpeadas por la crisis económica. Según estadísticas del gobierno del Estado, de octubre a la fecha se han perdido 80 mil empleos, sobre todo en la zona metropolitana, donde radica 80 por ciento de la población del estado y se concentra, naturalmente, la disputa por los votos.

Los mismos registros establecen que en el estado hay más de 100 mil empresas, y con una población de cuatro millones 250 mil habitantes (el cuatro por ciento de la población nacional) genera 7.1 por ciento del producto interno bruto del país.

Según el Registro Nacional de Inversión Extranjera, de enero de 1999 a septiembre de 2008, Nuevo León recibió 21 mil millones de dólares en inversión extranjera directa, esto es, el 10 por ciento de los 210 mil millones de dólares que recibió el país en ese periodo.

Pero con la crisis global y nacional, ha decaído el dinamismo de Nuevo León, mientras la inseguridad, sobre todo la relacionada con el narcotráfico, es el otro gran problema del estado.

Aquí son frecuentes las ejecuciones, los secuestros, los asaltos, la extorsión y los levantones. Ya no sólo se trata de castigar o ajuste de cuentas entre bandas de criminales, sino de las derivaciones del negocio, que afectan a los empresarios medianos y pequeños, lo mismo que a los comerciantes semifijos y hasta vendedores de chucherías.

El estado, con altos indicadores en educación, salud, competitividad y desarrollo humano, también está lleno de contrastes.

En los meses recientes, la corrupción de los cuerpos policiales ha quedado en evidencia, y existe la creencia generalizada de que sirven al narco y no a la sociedad.