La Habana, 16 de julio. La Iglesia católica rechazó hoy que estén vinculados los crímenes de dos sacerdotes españoles ocurridos aquí en los últimos cinco meses e informó, con base en reportes oficiales, que ya fue detenido el presunto homicida de Mariano Arroyo Merino, quien el lunes pasado fue hallado muerto en su casa parroquial del poblado industrial y pesquero de Regla, frente a la bahía de La Habana.

La muerte de Arroyo, de 74 años, y la de su compatriota Eduardo de la Fuente, de 59, párroco del barrio obrero de Lawton, había disparado conjeturas populares por lo que parecían extrañas coincidencias: ambos eran españoles, muy vinculados a los más pobres y necesitados y con amplia disposición de servicio; eran muy amigos; los dos fueron asesinados en un día 13, poco antes de la fecha en la que tenían previsto viajar a España de vacaciones; fueron atacados con saña, murieron de heridas de arma blanca y en los dos casos hubo fuego, en el cadáver de Mariano y en el auto de su colega.

Ambos tenían una fuerte presencia en sus comunidades y Arroyo se había distinguido por su diálogo abierto con los devotos de la religión yoruba, el culto sincrético afrocubano, de fuerte implantación en Regla, y cuyos practicantes se consideran al mismo tiempo católicos.

El arzobispado de La Habana dijo este jueves que las autoridades informaron de la captura del presunto homicida de Arroyo y de sus posibles cómplices y que también está detenido un acusado del asesinato de De la Fuente. Los dos principales inculpados están confesos, según los reportes, aunque en los dos casos las investigaciones continúan.

La Iglesia es consciente del estupor, la inquietud y las preguntas que se hacen muchos fieles católicos ante hechos tan inusuales como estos y de la repercusión internacional que han tenido los dos homicidios, añadió el arzobispado. La Iglesia está en condiciones de expresar firmemente su rechazo a cualquier intento de vincular un caso con otro, o a darle un matiz religioso o político ajeno totalmente a la realidad del hecho criminal en sí mismo.

El cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, oficiará el viernes en la catedral de esta capital la misa de exequias del padre Arroyo, cuyo cadáver será repatriado el mismo día, acompañado por un tercer sacerdote español muy vinculado con los dos victimados, Isidro Hoyos, de 75 años, párroco del templo de San Martín de Porres, en el barrio periférico de Alamar.