Alrededor de 200 productores agrícolas de los municipios de Salvador Alvarado y Guasave, Sinaloa, se apoderaron ayer de la caseta de peaje de Cuatro Caminos, en el segundo municipio, para exigir que se destraben la comercialización de maíz, el pago de la cosecha entregada a propietarios de bodegas y su incorporación al programa de compras anticipadas.

Los manifestantes advirtieron que podrían cerrar los cuatro carrilles de la vía si el gobierno federal no les da respuesta.

Justo Puerta Mariscal, presidente de la Coalición de Organizaciones Populares de Sinaloa, exigió al gobernador Jesús Aguilar Padilla y al secretario estatal de Desarrollo Agropecuario, Jorge Kondo López, mediar en una audiencia con Alberto Cárdenas Jiménez, titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).

La cosecha de maíz en Sinaloa fue de alrededor de cinco millones de toneladas, de las cuales unas 3.8 millones entraron al programa de compras anticipadas, a un precio de dos mil 800 pesos cada una, pero cerca de 800 mil toneladas que no entraron a este esquema no tienen mercado, y el gobierno ofrece un programa de pignoración a un precio de dos mil 120 pesos.

En Morelos, unos 300 campesinos de la Unión de Ejidos de la Zona Oriente Emiliano Zapata tomaron las oficinas del Fideicomiso de Riesgo Compartido en Cuernavaca, donde dejaron encerrados a unos 40 trabajadores, en demanda de un crédito de 43 millones de pesos para 18 mil campesinos de cinco municipios.

Los labriegos sembraron maíz y sorgo hace más de un mes, pero no tienen dinero para comprar fertilizante.