El problema de la violencia en el noviazgo es muy grave porque se trata de una espiral que va en ascenso, ya que 70 por ciento de los 34 millones de jóvenes en el país la viven de forma sicológica y no lo saben, 16 por ciento de manera sexual y 15 por ciento en forma física, reportó el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ).

Al anunciar ayer el reforzamiento de su campaña nacional contra esta problemática social, que tiene como fin revertirla sustancialmente en 2011, Priscila Vera Hernández, directora del organismo federal, recordó que en el país la violencia sicológica, física y sexual en las relaciones de noviazgo tienen lugar de manera poco visible y cualquiera la puede ejercer o padecer sin darse cuenta, porque falsamente se considera normal.

Críticas, nalgadas o pellizcos normales y frases como: Me cela porque me quiere, no le gusta como visto, siempre critica a mis amigos, revisa mis llamadas y mensajes, y me llama todo el día con cualquier pretexto, entre otras, son algunas de las diversas y sutiles maneras de ejercer la violencia entre noviazgos, refirió.

Buscamos con esta campaña, iniciada a mediados del año pasado, detener estas altas cifras de violencia en el noviazgo, porque si en esta etapa no se detiene estaremos generando una nueva generación de jóvenes que esté padeciendo violencia intrafamiliar, refirió Vera Hernández al presentar la nueva etapa de la campaña de difusión, que comprenderá la distribución de informativos en los principales espacios públicos del país.

Los jóvenes falsamente consideran que la violencia en el noviazgo es un asunto de la pareja y que nadie más se tiene inmiscuir, pero es una visión falsa porque está en juego la libertad e integridad de las personas, refirió.

La violencia sicológica la aplican hombres y mujeres en igual proporción a sus parejas; en la física y sexual la gran cantidad de víctimas son las mujeres, que van desde nalgadas, cacheteos empujones, hasta estrangulamiento y amenazas de muerte, así como la demanda de la típicaprueba de amor o que haya tocamientos o relaciones sexuales forzadas.