Apertura y alianza
Electricistas y estudiantes
Sin protagonismos
Apagones explicables
Rechazo anticipado
Retienen el pago de las pensiones en LFC
Comisiones del cajero automático
Los priístas no quieren dar la cara
¿Y ahora qué sigue? Tras el golpe a LFC ¿diálogo?
El presidente del empleo rompió su propio récord
Golpe al SME, golpe al DF
Predicciones eléctricas
La cocina ñañu
Adrián Oropeza
n menos de dos días, los intentos del gobierno federal por liquidar y desmantelar Luz y Fuerza del Centro (LFC) generaron amplias expresiones de rechazo y detonaron muestras de apoyo social a los trabajadores electricistas afectados, como quedó de manifiesto ayer en el mitin encabezado por Andrés Manuel López Obrador, a las afueras de la Cámara de Diputados.
Esperan que la resistencia de electricistas rinda fruto
l asalto a las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro por la Policía Federal con miles de sus agentes, siguiendo instrucciones del gobierno de Felipe Calderón, así como el decreto de liquidación de la empresa, que dejará en la calle a 41 mil trabajadores y a la deriva a 25 mil jubilados, nos parecen actos propios de una dictadura militar y no de un régimen sujeto a una legalidad, donde suponemos que debe privar el Estado de derecho.
esprestigio generalizado de la izquierda en el entorno político; excesos de gremialismo; divisionismo interno; debilidad y subordinación del gobierno federal en busca de legitimidad, errores y condescendencia con la vieja legislación laboral protectora del charrismo; carencia de un proyecto de modernización desde la posición de los trabajadores; débil solidaridad sindical; anacronismo en las formas de defensa; ánimo de derrota traducido en falta de compromiso con el servicio e ineficiencia. Todas, en su conjunto, fueron factores que motivaron la decisión para liquidar Luz y Fuerza del Centro (LFC), aprovechando el conflicto en el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).
ncontradas reacciones en contra y en favor de un presidente que tiene nueve meses en gestación. Los asombros, en todos sentidos, por el otorgamiento del Nobel de la Paz al presidente estadunidense ocurren acaso porque se trata de la principal figura referente de la política internacional de nuestros días.
l desafío al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y a los amplios sectores sociales que lo respaldan con la extinción
de Luz y Fuerza del Centro (LFC) no le depara a Felipe Calderón mejor suerte que la lograda en su combate a la delincuencia organizada. Su primer fracaso es que no resultaron los preparativos del golpe a uno de los sindicatos emblemáticos, como fue la negativa de la toma de nota
para su dirigencia a fin de profundizar la división: de manera ejemplar, y pese a los conflictos intrasindicales, la primera decisión de asamblea, a unas horas de la toma policiaca de las instalaciones de LFC fue que enfrentarían en unidad la agresión gubernamental.
cosado por el descontento popular en su contra y la sombra de su ilegitimidad de origen, Felipe Calderón comenzó su sexenio con una blitzkrieg y pretende refundarlo con otra. De la ceremonia de toma de posesión al asalto contra el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), la militarización de la política y la guerra relámpago se han convertido en los sellos de su política.
l pelele de los intereses empresariales cruzó el punto de no retorno con un discurso esclarecedor: La mayor parte de los recursos que recibía este organismo de manos de los mexicanos no se podían destinar a mejorar la calidad del servicio sino que, fundamentalmente, iban a pagar privilegios y prestaciones onerosas de carácter laboral, y esto se agravaba año con año
, el número de trabajadores seguía creciendo desproporcionadamente
, el bajo desempeño no sólo era muy costoso para todos (sino que) también afectó a la economía nacional
y una desmesurada proporción de los presupuestos se perdía por robos, por fallas técnicas, por corrupción o por ineficiencias
, y para mantener ese estado de cosas hubiera (sic) sido necesario subir desproporcionadamente las tarifas eléctricas o aumentar constantemente los impuestos
.
xisten, ya, al menos dos vacunas contra el virus de la influenza A/H1N1, que son aplicadas desde hace dos semanas en algunas naciones. Estados Unidos, uno de los países en los que la vacunación se ha iniciado, dispondrá en breve de 250 millones de unidades para proteger a su población. México, que es uno de los lugares donde pudo originarse esta nueva enfermedad, aún no cuenta con este recurso. Los proveedores se han comprometido a entregar a nuestro país 30 millones de dosis, las cuales, de acuerdo con las estimaciones de la Secretaría de Salud (Ssa), no comenzarán a llegar hasta finales de diciembre. Ésta es una imagen muy elocuente de las diferentes capacidades que hay en el mundo para enfrentar los desafíos de hoy en materia de salud.
ay lugares comunes que son inevitables, y hasta indispensables y verdaderos a la hora de abordar un tema importante. No hay que temerles simplemente por buen gusto o por no caer en ese lugar común
, que ya en sí mismo lleva su mala fama. Por ejemplo, que la cultura en nuestro tiempo es sobre todo visual; que vivimos en un mundo rodeado de imágenes que nos acosan, intrigan o deleitan, desde el despertar hasta el sueño, y nos conducen con su poder irresistible a formas de vida, consumo, relaciones humanas y conductas sociales aceptadas casi universalmente. No se trata de imágenes naturales, ni siquiera hechas por el hombre usando con sus manos los milenarios instrumentos para crear formas y figuras en cualquier modalidad, que suelen resultar en lo que llamamos arte. La imagen de que hablamos es la más común, frecuente, ubicua, convincente y poderosa en el mundo de hoy: es la imagen fotográfica. ¿Puede haber algo más cotidiano y universal que una fotografía? Sin embargo, ¿qué sabemos de ella, qué nos dice, qué misterios calla, qué hace para ir más allá de sus contenidos aparentes, cómo impacta nuestra conciencia y nuestras costumbres, cómo entenderla?
as pinturas: óleos, temples y acuarelas de Antonio Ruiz son de muy pequeñas dimensiones y cada una recuerda la minucia de las pinturas flamencas adheridas al aspecto vernáculo que decidió conferirles.