La determinación de suspender la novena Feria Internacional del Libro en el Zócalo de la Ciudad de México a partir de este jueves y, en principio, hasta el domingo próximo, fue a instancias de la Secretaría de Protección Civil del DF.

Así lo sostuvo ayer la titular de la Secretaría de Cultura, Elena Cepeda, quien aseguró que el plan es reanudar el encuentro –que estaba a cuatro días de concluir– el lunes 19.

El propósito de esa medida, aclaró, es evitar cualquier problema o accidente por la multitudinaria manifestación que el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) encabezará hoy en la Plaza de la Constitución.

De igual manera, José Ángel Ávila, titular de la Secretaría de Gibierno informó del levantamiento de la feria, por motivos de seguridad.

El funcionario indicó que las actividades del encuentro editorial se retomarán el lunes y concluirán el 24 de octubre.

Estamos levantando la feria porque nos pidieron de Protección Civil que, en la medida de lo posible, evitáramos tener cosas en el Zócalo. El fin es evitar una situación como la que provocó el gobierno federal el pasado 17 de septiembre, cuando convocó al espectáculo de luz y sonido en Palacio Nacional con motivo de las fiestas patrias y el Zócalo estuvo a punto de convertirse en una trampa mortal, explicó Cepeda en entrevista.

Es una medida de seguridad para evitar algún problema o accidente. Se levanta y luego se reinstala entre viernes, sábado y domingo, para el lunes reinaugurarla.

A excepción de la venta de libros, todas las actividades programadas para este miércoles fueron canceladas de último momento, sin aviso de por medio, según constató La Jornada.

Trabajadores del gobierno capitalino desmontaron las carpas utilizadas como escenarios para presentaciones de libros, conciertos, conferencias, charlas, talleres y funciones de cine. En cuanto a los módulos, serían retirados durante el transcurso de la noche.

Uno de los problemas es que las carpas, que son de tecnología alemana, requieren de cuando menos dos o tres días tanto para el montaje como para el desarmado, ante lo cual Cepeda aceptó que varias de esas estructuras permanecerán en la plancha del Zócalo.

La funcionaria negó tener un plan alterno ante un eventual plantón permanente de los trabajadores del SME en el Zócalo.

Traslado de libros a los camionesFoto Carlos Ramos Mamahua

No tenemos planteado ese escenario. La información hasta el momento es que sólo será una marcha y manifestación.

Zozobra entre editores

Luego de seis días de actividades, hasta este miércoles el programa del encuentro editorial en el Zócalo había cumplido ya 60 por ciento de actividades. Frente a ello, Elena Cepeda asegura que con la extensión de una semana se mantendrá el programa original, cuyas actividades serán reprogramadas, a excepción de los talleres infantiles, cuyo número disminuirá.

Indicó que incluso crecerá el número de espectáculos, con artistas y grupos que forman parte del staff de la Secretaría de Cultura, además de que se incluirán presentaciones de libros que por falta de espacio habían quedado fuera del programa original, así como espacios para los Faros y los pueblos y barrios originarios del DF. Estamos ante una oportunidad, finalizó la funcionaria.

Una vez conocida la noticia, se intentó conocer la posición de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana. Fue imposible porque su presidente, Juan Arzoz, está en Fráncfort.

Sin embargo, fuentes cercanas a esa instancia comentaron que se mantiene cierta zozobra entre los editores ante la posibilidad de que la feria se cancele. Sin duda, “tendríamos pérdidas, porque –según encuestas que hemos hecho–, el último fin de semana de la feria (del Zócalo), desde el viernes, es cuando más ventas tenemos”.

Entre editores y libreros independientes también habían desconcierto, porque la venta en la feria representa un ingreso que les ayuda a sostenerse buena parte del año. Consultados, consideraron que incluso la feria pudo haber sido un espacio ideal de discusión sobre el problema de los electricistas. No obstante, reconocieron que la situación es complicada, porque se podría facilitar la eventual acción de provocadores contra la manifestación del SME.

Otro que manifestó contrariedad fue Marek Keller, presidente de la Fundación Juan Soriano y Marek Keller, porque fueron retiradas las esculturas del artista que hasta ayer aún se exhibían en la plancha del Zócalo. Aun cuando reconoció la pertinencia de esa medida, señaló el alto costo y el trabajo que implica moverlas.