Aparatosa, insuficiente y facciosa
Nomás al saliente Ulises
Ni tocar a Fox (y otros)
Canal de tv para el GDF
No es sólo mala suerte
La menguada clase media
Investigarán a fundaciones... en Francia
Fábula: príncipe contra dragones
Los olvidos
de Felipe El Rabioso
¿Dónde estaba la junta de gobierno?
Decretazo sin plan ni estrategia
La ciudad sufrirá las consecuencias
El último suspiro del Conquistador / VI
Papá está en la Atlántida
or mayoría –siete votos contra cuatro–, el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió señalar al gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, y a otros funcionarios de su administración, como responsables de violaciones graves a las garantías individuales ocurridas durante el conflicto que se registró entre mayo de 2006 y enero de 2007 en la capital de esa entidad.
En defensa de Luz y Fuerza del Centro
ólo deseo expresar mi apoyo a las demandas del SME y reprobrar enérgicamente las arbitrariedades de Felipe Calderón. No es justa la manera en que decidió desaparecer Luz y Fuerza del Centro (LFC). Es un acto que me llena de enojo, de impotencia de mirar cómo vende poco a poco a mi querido México, sólo para beneficiar a una elite y arrojar a la inmensa mayoría de mexicanos a la desesperación y angustia de saberse sin empleo y estar a la deriva. Otro acto que me llena de rabia es observar cómo la mayoría de los medios de comunicación se han vendido y han lapidado, linchado a esta empresa paraestatal (sin dar a conocer la otra cara de la moneda, cómo se está defendiendo LFC, el apoyo que está teniendo de juristas conocidos), y lo peor de todo es que demasiada gente ataca de igual manera y sin saber que en el fondo hay intereses particulares, negociazos para sólo unos cuantos... Es una tristeza el gobierno actual. Me duele en el alma que México esté siendo entregado a la IP. Apoyo al SME. Adelante con esta marcha y que sepa el gobierno que a México lo defenderemos hombres honestos, ciudadanos responsables.
on el manotazo contra el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), el gobierno de Felipe Calderón cruzó una frontera que parecía infranqueable: poner en la calle a 44 mil trabajadores de un solo golpe y desaparecer al sindicato que los representa mediante un mismo acto de poder. El Presidente prosigue, y en cierta forma supera, la penosa historia antisindical que ha impedido, mediante la intervención del Estado, la formación de un sólido movimiento obrero autónomo e independiente. Esta vez, el ataque ha sido dirigido contra un gremio particularmente combativo e irritante para el poder, capaz de cometer errores, sin duda, pero inmerecedor del trato ilegal al que se ha visto sometido.
odo parece indicar que la emigración mexicana ha llegado a un punto de saturación. Los indicadores del Inegi, Conapo, la Encuesta Nacional de Empleo; la Migra (HLS), el Centro Hispánico Pew y el Proyecto de Migración de México reportan una tendencia a la baja. De acuerdo con cálculos de Jeffrey Passel, el mejor especialista estadunidense en contar indocumentados, la cifra total de indocumentados de todas las nacionalidades bajó de 12.4 millones en 2007 a 11.9 en 2008. Es decir, se contabilizaron 500 mil indocumentados menos.
l 9 de febrero de 1994 el Diario Oficial de la Federación publicó el decreto que creó el organismo descentralizado Luz y Fuerza del Centro (LFC). El decreto fue firmado por Carlos Salinas de Gortari y varios de sus secretarios de gabinete, pero no el de Gobernación. El nuevo organismo sustituyó a las empresas en liquidación, que eran las compañías de Luz y Fuerza del Centro, de Luz y Fuerza de Pachuca, de Mexicana Meridional de Fuerza y de Luz y Fuerza de Toluca.
l decreto presidencial que establece la desaparición de Luz y Fuerza del Centro ha reactivado las pulsiones corporativas de sectores de opinión renuentes a la plena transformación del sistema político. En la defensa de los intereses del sindicato de electricistas, el SME, se descubre la tensión que históricamente ha opuesto el liberalismo individualista –igualmente aborrecido por la izquierda y por la derecha–, y la defensa del gremio, de los cuerpos, de los actores colectivos, que comparten los católicos y la vieja izquierda que siempre han mirado con desconfianza al liberalismo. Como ha señalado el gobierno, lo que está en juego es el interés particular de un grupo, el SME, frente al interés general que representa el Estado.
ay hechos que provocan sentimientos antagónicos. Tal es el caso de la revisión de la condena de Antonio Guerrero Ramos, uno de los cinco antiterroristas cubanos, por la jueza Jean Lenard, de Miami, quien ahora la redujo a 21 años y 10 meses en lugar de la sentencia de por vida más 10 años impuesta por ella misma en junio de 2001. Por un lado infunde esperanza, por otro indignación. Esperanza por que confirma que la escala adquirida por la solidaridad internacional con los cinco preocupa a Washington, que desde el principio ha hecho de éste un proceso netamente político en que a los antiterroristas se les hace pagar vengativamente por la voluntad de lucha por su independencia y autodeterminación mostrada por el pueblo cubano durante medio siglo. De modo que, como se ha comprobado desde el juicio en Miami y en las distintas instancias de apelación, en este caso no hay nada que esperar del sistema de administración de justicia
y todo de la solidaridad internacional. Sin ella no se habría producido la reducción de la sentencia de Antonio, ni su anulación previa, junto a las de Ramón Labañino Salazar (cadena perpetua más 18 años) y Fernando González Llort (19 años) ordenada por el tribunal de apelaciones de Atlanta. Los tres llevan 11 años tras las rejas junto a sus compañeros Gerardo Hernández Nordelo, condenado a dos cadenas perpetuas más 15 años, y René González Sehwerert, 15 años.
a propuesta de paquete económico para 2010 ha logrado generar un acuerdo casi absoluto en contra. Como pocas veces, desde distintas atalayas, grupos empresariales, productores agrarios, universidades públicas, diferentes entidades federativas, entre otros, han manifestado su desacuerdo con la propuesta del Ejecutivo. Este desacuerdo se ha concentrado en el rechazo al incremento de diferentes impuestos, dada la situación recesiva que se vive. La Cámara Americana de Comercio, por ejemplo, ha planteado la inconveniencia de aumentar al mismo tiempo los impuestos al consumo y a la renta.
esulta difícil, al ver Cena de Reyes en dramaturgia de Nicolás Alvarado, no tener en cuenta el Homenaje Teatral a Alfonso Reyes, La conspiración de la Cucaña, de Alfonso de Maria y Campos y Luis de Tavira que dirigiera este último en 1989. En ambas se recuerda al gran polígrafo como conocedor y amante de la buena cocina y la buena bebida –aunque en la de la Cucaña se muestran muchas otras facetas y el propio Reyes aparece en escena– y en ambas se cita Memorias de cocina y de bodega. Es más, en Cena de Reyes se lleva al público a un inútil paseo por todo el espacio (el Teatro de la Ciudad fue en este caso) para darle pequeños sorbos de jerez y una pizca de comida, aunque posteriormente a algunos elegidos se les sirva un buen Tío Pepe y unos menos buenos bocados de cena y en La conspiración de la Cucaña los autores piden que en el vestíbulo, y antes de entrar a la sala, se ofrezca a los espectadores champán y canapés. Son las únicas similitudes y es necesario enfrentar la propuesta de Nicolás Alvarado sin sombra de lo que pudiera ser un remoto y olvidado antecedente.