Los isleños se adelantaron dos veces en el marcador con goles de Kerry Baptiste
El Tricolor terminó en el segundo lugar de la eliminatoria de la Concacaf
Pésimo primer tiempo del equipo de Javier Aguirre
Enrique Esqueda y Carlos Salcido fueron los anotadores
Jueves 15 de octubre de 2009, p. a16
Puerto España, 14 de octubre. México se vio abajo dos veces en el marcador, y aunque logró el empate 2-2 ante Trinidad y Tobago, el resultado se combinó con la igualada por similar marcador de Estados Unidos ante Costa Rica y no pudo escalar al primer sitio del hexagonal de la Concacaf, por lo que se quedó en la segunda posición.
El Tri tuvo un pésimo primer tiempo, quizá el peor desde que Javier Aguirre se hizo cargo del equipo. Sólo hizo un disparo a la portería, pero mejoró en el complemento, jugó con algo más de seriedad y a duras penas rescató la igualada ante el equipo que terminó en el último lugar de la competencia.
Los mexicanos se mostraron apáticos y durante los primeros 45 minutos se dedicaron a trotar sobre la cancha en mal estado. Al parecer, en ese periodo, no les importó buscar el liderato del hexagonal y fueron superados ampliamente por los trinitarios, el equipo sotanero de la Concacaf.
Con Cuauhtémoc Blanco en la banca, el Tri fue una nulidad ofensiva y desde los primeros minutos se vio una zaga incierta. Héctor Moreno, quien ocupó el sitio del suspendido Rafael Márquez, tuvo un titubeo que estuvo cerca de costar el primer gol.
Los caribeños, que jugaron relajados, se mostraron peligrosos en sus primeras llegadas. Al minuto 10, Guillermo Ochoa realizó un buen lance y sobre la línea de anotación rechazó un cabezazo de Kerry Baptiste.
Dos minutos después el que salvó al conjunto mexicano fue Jonny Magallón, quien evitó un tiro rasante del mismo Baptiste, quien ya había superado a Ochoa pero no le dio mucha fuerza ni colocación a su disparo.
Lo único positivo del Tricolor eran las incursiones por izquierda de Andrés Guardado, quien al 14 dio centro retrasado a Miguel Sabah, pero éste no pudo conectar bien y desvió la defensa.
Inocente penal de Torrado
El partido siguió en un nivel mediocre y los escasos aficionados se emocionaron hasta la media hora de juego, cuando el silbante Walter Quesada (Costa Rica) marcó un penal por una mano ingenua de Gerardo Torrado, quien saltó con la diestra extendida y desvió el esférico, en un centro que ya se iba, luego de una mala salida de Ochoa.
Con tiro rasante a la derecha, Baptiste logró el 1-0 y dio alegría a sus escasos seguidores.
Los mexicanos no tuvieron reacción y siguieron con su futbol inofensivo, hasta que Guardado se animó a realizar una jugada individual por el centro, pero su disparo fue detenido por el atento arquero Marvin Phillip.
Al parecer el técnico Aguirre llamó la atención a su equipo en el descanso, ya que en los primeros minutos del complemento se mostraron más peligrosos que en todo el primer periodo.
Y hubo disparos de Palencia y Carlos Salcido, pero el empate lo dio Enrique Esqueda, quien apenas tenía tres minutos en la cancha, ya que ingresó al mismo tiempo que Cuauhtémoc Blanco.
Fue una jugada individual del americanista, quien entró al área y soltó un trallazo que se incrustó en el ángulo superior derecho.
Los tricolores mantuvieron el ataque y se acercaron en un tiro de media distancia de Torrado y con un disparo del intrascendente Carlos Vela al travesaño.
Pero Trinidad y Tobago se volvió a adelantar al 61, en un centro por derecha al área chica, donde Baptiste volvió a ganar la posición a Magallón y anotó con sólido testarazo.
México reaccionó cuatro mintos después, en un tiro de esquina retrasado a Barrera, quien mandó centro templado a segundo palo, donde Salcido llegó sin marca y logró el 2-2.
Los trinitarios estuvieron cerca de anotar en su segunda llegada, otra vez en jugada por alto, con un cabezazo de Robert Primus que se estrelló en el larguero.
Para entonces el juego era en ambas áreas y después la llegada fue de Barrera, quien ingresó al área y punteó el balón, pero el portero Phillip alcanzó a detener con el pie derecho.
Después los dos equipos parecieron conformarse con el marcador y ya sólo hubo una jugada digna de mención, cuando Carlos Edwards desbordó a tres y en el instante que quiso disparar de pierna derecha, primero le pegó al balón con la izquierda y abanicó, por lo que cayó, ejecutando la acción chusca del duelo.
