París, 14 de octubre. Asterix, el pequeño guerrero galo que ha seducido a varias generaciones de lectores, celebra su 50 aniversario el 29 de octubre con un nuevo álbum, el número 34 de la serie, y seguirá resistiendo pese al paso de los años.

Todo empezó en agosto de 1959 en un edificio de Bobigny, suburbio del este de París. René Goscinny y Albert Uderzo se devanaban los sesos para tratar de idear nuevos personajes para una revista de cómics que sería lanzada el siguiente octubre.

La idea surgió finalmente: dos galos, uno bajito y otro gordo. En dos horas, Uderzo esbozó sus imágenes, así como las de los otros héroes principales de la tira: el jefe de la aldea, el druida, el bardo. Y dos meses después Asterix y Obelix aparecían por primera vez en el número uno de la revista Pilote.

Parte de la vida de los franceses

Dos años después, el primer álbum fue publicado, con una tirada de 6 mil ejemplares. El éxito fue inmediato. Asterix y sus galos pasaron a formar parte de la vida de los franceses. En septiembre de 1966, el semanario L’Express daba cuenta del fenómeno Asterix.

Goscinny, de una familia judía de origen polaco, y Uderzo, hijo de inmigrantes italianos, crearon una mitología francesa. En la Francia de los años 60 del siglo XX, Asterix se convirtió en un símbolo del orgullo recuperado, del pequeño que rehúsa someterse y resiste al poder de los mayores.

En la época se publicaban uno o dos álbumes por año. La serie sobrepasó rápidamente el espacio del cómic para niños y fue adoptada por todos los públicos. Fue la época de La hoz de oro, La vuelta a la Galia y Asterix y Cleopatra, y de los primeros dibujos animados. A partir de 1967 el primer tiraje de cada álbum sobrepasaba el millón de ejemplares.

Pero lo más sorprendente fue que la historia tuvo un éxito similar en el extranjero. En 50 años se han vendido en el mundo más de 325 millones de ejemplares de las aventuras de Asterix, y la serie se ha traducido a 107 idiomas.

Este éxito fenomenal pudo tener su punto final en noviembre de 1977, cuando falleció súbitamente René Goscinny, el guionista superdotado que encarnaba el espíritu de Asterix e ideaba las ingeniosas frases que todo el mundo recuerda, como la exclamación ¡Están locos estos romanos!

Pero Albert Uderzo decidió continuar la serie solo y agregó 10 títulos a la colección en 30 años.

A finales de los años 90 del siglo pasado, el cine reactivó la serie a raíz de tres largometrajes que atrajeron más de 60 millones de espectadores en el mundo.

El éxito de Asterix despertó las ambiciones, y hubo muchas propuestas para retomar la serie. A finales de 2008, Uderzo decidió vender a Hachette Livres la editorial Albert René, que él creó en 1979.

Asterix pasó entonces de la rúbrica libro de los periódicos a la crónica judicial, a raíz de un doloroso conflicto que enfrentó al dibujante con su hija única, Sylvie Uderzo, sobre las condiciones de esa venta.

Al vender a Hachette su editorial, Albert Uderzo, de 82 años de edad, aceptó al mismo tiempo que las aventuras de Asterix continúen después de que él muera. Encargó incluso la tarea a dos dibujantes que trabajan con él desde hace años, Fréderic y Thierry Mébarki. Queda por encontrar el guionista que acepte el desafío.

Puesto que el relevo se está organizando, Asterix y su banda de simpáticos galos sobrevivirán sin duda a sus creadores. Siempre irreductibles y quizás inmortales.