Una estrella con síndrome de Down
Jueves 15 de octubre de 2009, p. a10
Madrid, 14 de octubre. Cuando hace cinco años los debutantes Álvaro Pastor y Antonio Naharro concibieron una película que se adentrara en los sentimientos de las personas con síndrome de Down, todo eran problemas. Ahora, tras alzarse con dos Conchas de Plata en el reciente Festival de San Sebastián, la modesta Yo, también llega pisando fuerte a las salas españolas.
Yo, también es la historia de Daniel (Pablo Pineda), un joven que comienza a trabajar en la administración pública de Sevilla y, poco a poco, se enamora de una de sus compañeras de oficina, a quien da vida Lola Dueñas. Pero lo que podría parecer el inicio de cualquier relación, se convierte en algo especial debido a una particularidad de Daniel: nació con síndrome de Down, aunque eso no le impidió convertirse en el primer europeo, en su condición, con un título universitario.
Pablo sólo hay uno; si no lo hubiese hecho él (el papel), quizá habríamos modificado el guión
, dijo hoy Naharro durante la presentación del filme en Madrid. Se trata de una persona muy especial
, porque supone lo anormal dentro de la anormalidad del mundo Down
, explicó.
Por eso, para entender la complejidad de este personaje y su soledad en tierra de nadie, los directores hicieron hincapié en su diferencia con otras personas con ese síndrome. Y ahí es donde entra en escena la compañía de baile Danza Móbile, integrada por jóvenes Down con menor capacidad intelectual que Daniel, pero dotados de mejores cualidades físicas.
Para Pineda, quien nunca se había planteado actuar ante las cámaras, lo más difícil fue sacar la parte sentimental
. Aquello era como si me arrancaran la piel (...) El cine me ha hecho poder decir cosas a los cuatro vientos sin ninguna barrera
, contó.
En la vida real, aunque nada es imposible
, mostrarle sus sentimientos a alguien sin Down le resulta aún más complicado. A las chicas les abruma la responsabilidad de enamorarse de un chico Down
, explicó, agregando que él no se da por vencido. “Hay que seguir ‘tirando tejos’ (intentándolo), a ver quién cae”, bromeó.