Pobladores del municipio de Ocoyoacac, estado de México, bloquearon más de dos horas la autopista México-Toluca en protesta porque más de 3 mil viviendas se quedaron sin energía eléctrica desde la tarde del domingo y tampoco tienen agua potable, porque las bombas de los pozos están paradas.

El cierre, efectuado frente a la laguna de Salazar, se inició a las 9:30 horas y provocó un asentamiento vehicular de más de 18 kilómetros, desde ese punto hasta Santa Fe, en el Distrito Federal.

La protesta terminó casi al mediodía, luego que Juan Manuel Verdugo, director de Gobernación de la región Lerma, prometió a los manifestantes que ayer mismo se regularizaría el servicio. Más de 500 policías estatales fueron enviados, pero no intervinieron.

Autoridades de los municipios de Malinalco, Texcoco y Tepetlaoxtoc también reportaron cortes de energía desde el domingo y no hay quien atienda los reportes, dijeron funcionarios de esos ayuntamientos del estado de México.

El gobernador Enrique Peña Nieto atribuyó las múltiples fallas del suministro a sabotaje del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).

El priísta aseguró tener elementos para afirmar que los cortes se debieron a algunas acciones de sabotaje de trabajadores que se resisten a la desaparición de Luz y Fuerza del Centro (LFC).

Llamó a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a garantizar el servicio con un trabajo eficiente y reiteró el apoyo del gobierno del estado a la Federación para resguardar las 52 subestaciones eléctricas que hay en la entidad.

Sin embargo, Rigoberto Ramírez Chavarría, subsecretario de división Lechería del SME, informó que la central termoeléctrica Ingeniero Jorge Luque Loyola, una de las generadoras más importantes del valle de México, ubicada en el kilómetro 22.5 de la carretera a Cuautitlán, cumplió cuatro días fuera de operaciones debido a que el personal de la CFE no sabe cómo funciona.

Desde los años 50, la termoeléctrica abastece a más de cinco millones de habitantes, además de comercios y corredores industriales de la región poniente del Valle de México, incluidos los municipios de Naucalpan, Tlalnepantla, Cuautitlán, Izcalli, Coaclaco y Ecatepec. La CFE sustituyó el fluido que generaba esta planta con el del anillo 123 de la línea de Tula, Hidalgo, pero esto no puede hacerse indefinidamente, dijo Ramírez Chavarría.

Este miércoles más de 2 mil 500 integrantes del SME marcharon en Toluca y Tenancingo para exigir la derogación del decreto que extinguió LFC.

En Morelos, miles de electricistas apoyados por maestros marcharon contra el decreto. Héctor Salazar Porcayo, secretario seccional del SME, dijo que si se busca desaparecer las instituciones públicas que no funcionan, entonces que se comience por el gobierno de Felipe Calderón.

Medio millar de profesores de Puebla recorrieron las calles de Huauchinango hasta la plaza de Nuevo Necaxa en apoyo a los trabajadores del SME. Más tarde, unos 50 hijos de empleados de la hidroeléctrica salieron a las calles para exigir a Felipe Calderón no dejar sin empleo a sus padres.

Al menos dos camionetas con personal de la CFE, escoltadas por dos patrullas de la Policía Federal, recorrían Nuevo Necaxa en busca de operadores de LFC que sepan utilizar las máquinas que mueven las turbinas de la hidroeléctrica de esa localidad.

Los policías no han dejado que el superintendente Ricardo Castelán Gómez salga de la planta, que tomaron la medianoche del sábado. Castelán está a cargo de las operaciones, ya que personal de la CFE desconoce el funcionamiento de la hidorlélctrica, dijeron familiares y compañeros de trabajo del ex funcionario de LFC.

Israel Dávila, Silvia Chávez, Javier Salinas, Rubicela Morelos, Jaime Brito / La Jornada Morelos, y Javier Puga / La Jornada de Oriente