Tegucigalpa, 14 de octubre. Negociadores del presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, y del régimen golpista llegaron a un acuerdo preliminar para la vuelta del mandatario al poder, pero las negociaciones se estancaron de nuevo al discutir las formas jurídicas que avalarían esa decisión, según las partes en conflicto.

Los negociadores afirmaron que habían logrado un avance de 90 por ciento en estas pláticas, que se basan en el acuerdo de San José planteado por el mandatario costarricense, Óscar Arias, y que volverán a la mesa de diálogo este jueves.

Zelaya, detenido y expulsado del país el pasado 28 de junio, declaró a Afp que está dispuesto a discutir cambios en la propuesta sobre su reinstalación, pero no reveló si de su lado hubo consentimiento del documento.

Si hay cambio en el texto se vuelve a la mesa y se vuelve a discutir (...) Se dialoga a nivel político y para ello están las comisiones hasta que se logre un consenso, sostuvo Zelaya en la embajada de Brasil, donde está refugiado desde que volvió del exilio al país sorpresivamente el pasado 21 de septiembre.

El mandatario golpista, Roberto Micheletti, afirmó que los zelayistas piden que sea el Congreso el que determine si (Zelaya) puede regresar o no, pero éste es un asunto legal, definitivamente la decisión corresponde a la Suprema Corte de Justicia.

Se vence el plazo

En un comunicado en el que anunció que hasta este momento no hay ningún acuerdo final sobre el punto central del conflicto, el régimen de facto precisó que los negociadores retomarán el diálogo el jueves, cuando se vence un plazo dado por Zelaya para cerrar la negociación.

Hasta ahora, el líder golpista se ha negado a devolver el poder a Zelaya y ha asegurado que debe rendir cuentas ante la justicia por violar la Constitución, al insistir en realizar una consulta popular para abrir paso a la relección presidencial, a pesar de que había sido prohibida por un juez.

Tras llegar al documento consensuado, los negociadores habían llevado los documentos a sus líderes, pero tras salir de las reuniones, el aire de optimismo que mostraron antes se transformó y aumentaron su hermetismo.

Vamos a hablar con la otra parte. Vamos a discutir el texto con la otra parte, no puedo hacer aseveraciones sobre si lo aceptamos o no, dijo Víctor Meza, ministro de Gobernación y jefe de la comisión de tres delegados de Zelaya.

Vilma Morales, vocera de la comisión de Micheletti, comentó que no hay ninguna decisión definitiva en este punto, pero están en la mesa interesantes alternativas sobre las cuales continuarán trabajando el jueves.

Se ha consensuado un documento sobre el punto seis relacionado con la restitución de los poderes del Estado a la situación previa del 28 de junio de 2009, fecha del golpe militar, dijo en rueda de prensa Víctor Meza, negociador de Zelaya. Añadió que no podía revelar el contenido de ese texto, según lo pactado con los golpistas.

Meza dijo que los negociadores parecían haber llegado por fin a una vía para zanjar la crisis que mantiene dividido y aislado al país. Yo no hablaría de un fin a la crisis política, pero sí de una salida... Soy optimista por naturaleza, apuntó.

Zelaya, quien señaló que sólo aceptará su restitución si esto ocurre antes de las elecciones del 29 de noviembre, apuntó que este jueves hablará ante la sociedad hondureña sobre cuál será nuestra postura o estrategia en caso de que no dé resultado el diálogo.

De acuerdo con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, las partes llegaron a un acuerdo y uno de los puntos es que no se lleve a cabo una Asamblea Constituyente para reformar la carta magna, como lo planteaba Zelaya en su gobierno.

“Quiero manifestar nuestra satisfacción por los avances que hasta ahora han tenido –las comisiones de diálogo–”, dijo Insulza desde Washington, sin brindar detalles sobre el punto que trata de la restitución de Zelaya, pero afirmó tener esperanzas de que las pláticas desemboquen en una solución.

Los delegados acordaron un gobierno de unidad, la renuncia de Zelaya a convocar una Asamblea Constituyente, la comisión verificadora del pacto, no adelantar las elecciones ni aplicar amnistía, traspasar el mando de los militares al tribunal electoral previo a los comicios y pedir se revoquen las sanciones que ha impuesto la comunidad internacional.

Claves en el golpe, los militares dijeron avizorar el fin del conflicto, pero señalaron que evalúan los riesgos de las propuestas de arreglo. Hemos avanzado bastante, las crisis tienen su comienzo, su parte más álgida, pero también su final, declaró el general Romeo Vásquez, jefe del Estado Mayor Conjunto de las fuerzas armadas.

El secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, llamó a las partes a evitar distracciones en este momento crítico de las negociaciones, tras aclarar que su postura sobre la restitución de Zelaya es estrictamente la misma de condena al golpe de Estado.

Fuera del hotel sede del diálogo, más de un centenar de manifestantes se congregaron nuevamente para ejercer presión y exigir la restitución del mandatario, vigilados de cerca por policías antimotines que reprimen las marchas pues sigue vigente un decreto que hace dos semanas suprimió las libertades civiles, a pesar de que los golpistas anunciaron que lo iban a derogar.