Londres, 14 de octubre. El primer ministro de Gran Bretaña, Gordon Brown, anunció este miércoles ante la Cámara de los Comunes el envío de 500 soldados adicionales a Afganistán, pero aclaró que será bajo ciertas condiciones.

Gran Bretaña apoya la ambición del general (estadunidense Stanley) McChrystal de acelerar el crecimiento de las fuerzas de seguridad afganas, e incrementará su contingente militar a 9 mil 500 elementos, indicó.

Brown exigió primero que el nuevo gobierno de Afganistán proporcione tropas suficientes para que sean entrenadas y combatan junto con las fuerzas internacionales; además, que cada soldado esté totalmente equipado para la labor que va a desempeñar.

La tercera condición es que el compromiso británico forme parte de una propuesta acordada de que cada país debe aportar su parte correspondiente. Todo el mundo debe aceptar que si son parte de la coalición tiene que compartir la carga, subrayó.

La Casa Blanca se declaró agradecida por la decisión británica, mientras la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) invitó al resto de los países aliados a seguir su ejemplo en la nación invadida hace ocho años por Estados Unidos, en una operación bélica que derrocó al régimen de los talibanes.

En este contexto, el embajador estadunidense en Kabul, Karl Eikenberry, desmintió las escandalosas e infundadas versiones de que Estados Unidos está ayudando en secreto a los enemigos de Afganistán con armas, helicópteros y otro tipo de apoyo.

Aseguró que su país nunca ayudaría a los terroristas responsables de los ataques del 11 de septiembre en Estados Unidos.

En la vecina Pakistán, las autoridades informaron que unos 90 civiles huyeron desde agosto del distrito de Waziristán Sur por temor a la anunciada ofensiva terrestre contra los talibanes.

Hoy, por lo pronto, aviones paquistaníes atacaron a combatientes en su feudo de Waziristán Sur mientras se movilizan más soldados y tanques para la esperada ofensiva militar.

En Irak, otro país invadido por Estados Unidos en la región, siete personas perdieron la vida en Bagdad por el impacto de tres obuses de mortero en un mercado del barrio Al Schuala, mientras que otras cuatro murieron y 40 más resultaron heridas a causa de tres explosiones en la sureña ciudad de Kerbala.