Descarta la aprobación de la reforma en los próximos años; no es prioridad de Obama
Al finalizar 2009, los decesos podrían rebasar los 6 mil desde 1994 a la fecha
Jueves 15 de octubre de 2009, p. 43
En lo que va del año han muerto 416 migrantes en su intento por cruzar sin documentos a Estados Unidos, señaló Timothy Dunn, investigador de la Universidad de Salisbury, en Maryland, quien prácticamente descartó la aprobación de una reforma migratoria en los próximos años. No es una prioridad para el gobierno de Obama; está, a lo mejor, en séptimo lugar.
Basado en las cifras más recientes de la Patrulla Fronteriza y de la Oficina General de Contabilidad (GAO, por sus siglas en inglés), brazo fiscalizador del Congreso de Estados Unidos, el académico señaló que estas muertes se suman a las 5 mil 500 registradas entre 1994 –año en que dio inicio el fortalecimiento de las medidas antinmigrantes– y 2008. Al finalizar 2009, las muertes podrían rebasar las 6 mil desde aquel año a la fecha.
En el seminario internacional La migración en los albores del siglo XXI aseguró que a pesar de estas muertes y de las absurdas
medidas de sellar
la frontera, las intenciones de emigrar no han bajado, pero lamentablemente el número de decesos creció este año, si se compara con los 401 de 2007 y 390 de 2008.
Dunn se mostró pesimista sobre las posibilidades de una reforma migratoria, debido a que no forma parte de las prioridades del presidente Barack Obama, además de que los demócratas no tienen una posición homogénea sobre el tema, mientras los republicanos son abiertamente antinmigrantes. No obstante, estimó que en cuatro u ocho años ningún candidato presidencial podrá ganar con una posición antinmigrante o racista, porque el voto latino, junto con el de otras minorías, está creciendo en estados claves. Es necesario esperar –dijo– la segunda generación de hispanos nacidos en Estados Unidos, pues en la historia del país se ha demostrado que estas generaciones son las que votan para defender sus derechos, y lo hacen en bloque étnico.
“Esto va a ser muy fuerte con los hispanos, sobre todo en el suroeste”, prevé el investigador estadunidense, quien también habló sobre las operaciones antinmigrantes en la frontera.
La segunda jornada del seminario, que se realizó en las instalaciones del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, estuvo dedicada a los temas de género y migración, seguridad fronteriza y derechos humanos. Respecto de este tema, Patricia Colchero, de la organización Defensoría Ciudadana, luego de citar una recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) afirmó que la impunidad es una constante en las violaciones de los derechos humanos de los migrantes centroamericanos que intentan cruzar el territorio nacional.
De múltiples y variadas formas, tanto en lo nacional como en terreno internacional, se han denunciado estas violaciones. Pero el acceso a la justicia sencillamente está cerrado a los migrantes, víctimas de la delincuencia organizada y también de las autoridades de los tres niveles de gobierno, sea por acción u omisión.
A pesar de que el gobierno mexicano ha suscrito y ratificado todos los protocolos internacionales en la materia, prácticamente no se ha avanzado en el respeto de estos derechos.
Desde 2002 –recordó–, el informe de la CIDH expone que no sólo hay falta de capacidad y voluntad de las autoridades mexicanas, sino inclusive una colusión de éstas con la delincuencia.
Alma Rosa Sánchez, de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, destacó que hay una creciente feminización de la migración, que es otro rostro de la pobreza. Explicó que es necesario estudiar el fenómeno de las mujeres que se van, pero también hay que saber qué pasa con quienes se quedan.