El campo se ha feminizado por la migración de los hombres a Estados Unidos y Canadá. Ellas cultivan, administran, sostienen a las familias y acuden a las convocatorias de las organizaciones campesinas, y son las más afectadas por la crisis alimentaria, apuntaron integrantes de organizaciones rurales y la Red Nacional de Promotoras y Asesoras Rurales.

A unas horas de la celebración del Día Internacional de la Mujer Rural, en el ámbito oficial se vuelve a recordar que las campesinas son las asociadas invisibles en el desarrollo y las principales productoras de maíz, arroz y trigo, como asentó Dolores Pérez Lazcarro, directora de política para la igualdad entre hombres y mujeres de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación.

En el país poco más de 13 millones de mujeres viven en el medio rural bajo las condiciones que imponen los usos y costumbres de sus comunidades. A pesar de la difícil situación en que se encuentran, se hacen responsables del cultivo, de la cosecha, de preparar los alimentos, y son las que cuidan más del medio ambiente.

Sandra García Luna, de la Central Campesina Cardenista, dijo que las mujeres son las que más participan en las organizaciones agrarias, las que acuden a las manifestaciones y luchan por mayores recursos para los proyectos productivos. Nosotras debemos levantar la voz en los organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial de Comercio para que evalúen y analicen los impactos que provocan sus decisiones en nuestras vidas.

Las mujeres rurales tienen que luchar por la soberanía alimentaria porque significa decidir cómo trabajar y garantizar el sustento de la familia, para mantener las tradiciones de cultivo y construir el futuro. Y esa batalla debe darse en Guanajuato, Michoacán, Oaxaca, Zacatecas, Chiapas, donde hay comunidades habitadas principalmente por mujeres, niños y ancianos.

Cuantificar la participación de las mujeres en la producción de alimentos es prácticamente imposible; las estadísticas son una aproximación a la realidad. En Impacto de la crisis alimentaria mundial en las mujeres rurales en México, la Red Nacional de Promotoras y Asesoras Rurales revela que en 32 comunidades de 30 municipios de 11 estados, las mujeres han desarrollado su creatividad para subsistir.

El aumento de los precios de los alimentos las ha obligado a buscar trabajo, a reducir las raciones de alimentos a sus hijos, lo que ha aumentado sus jornadas de trabajo, explicó Blanca Rubio, coordinadora del estudio.