La reducción de la pobreza y la mejora del bienestar social en México no reportan avances importantes debido a que gran cantidad de programas destinados a esos propósitos no cumplen con sus objetivos originales, sostuvo el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

El organismo, dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), dijo que lo anterior obedece a la falta de un sistema de evaluación eficiente que propicie el mejor desempeño de los programas gubernamentales, por lo que es claro que seguir incrementando el gasto no servirá de mucho si no se atiende estrictamente el tema de la eficiencia de la asignación de los recursos.

En su análisis semanal, la institución apuntó que de acuerdo con la primera Evaluación Específica de Desempeño (EED) 2008-2009, aplicada sobre 131 programas presupuestarios y que fue coordinada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), existen claras ineficiencias en la asignación de los recursos públicos.

Agrega que según el reporte, únicamente la quinta parte de los programas evaluados expresa con claridad los resultados que buscan, mientras sólo una cuarta parte cuenta con planes estratégicos de corto, mediano y largo plazos, y únicamente la misma proporción cuantifica su población objetivo y potencial.

Gasto público récord

El organismo apuntó que en materia de gasto la asignación de recursos en lo que va de 2009 es menor a lo que se había programado, debido a los ajustes que se instrumentaron a mediados del año y que consistían en un recorte de 85 mil millones de pesos al gasto programable. Pese a ello, indicó, el gasto público siguió creciendo respecto del año pasado y se mantiene como el más elevado de la historia del país.

No obstante, aun cuando se siguen ejerciendo elevados montos de recursos, éstos no reflejan una incidencia clara en el ritmo de crecimiento ni en la disminución de la pobreza, sostuvo el organismo.

Por ello, dijo, es indispensable lograr avances significativos en materia de evaluación del desempeño de los programas gubernamentales vigentes.

Por otra parte, indicó que la fuerte caída de los ingresos públicos en los meses recientes evidenció, por una parte, el debilitamiento de las fuentes de ingresos petroleros, y por la otra, el impacto que la debilidad de la actividad económica ha tenido sobre la recaudación tributaria.