Buenos Aires, 10 de diciembre. En un juicio simbólico las Madres de Plaza de Mayo condenaron a reclusión perpetua al ex ministro de Economía de la pasada dictadura militar, José Alfredo Martínez de Hoz, a quien se acusó de genocidio económico y en delitos considerados de lesa humanidad, como secuestros, y fue condenado a reclusión perpetua por tiempo indeterminado.

Ante la lentitud de las causas en que Martínez de Hoz está imputado por el secuestro de los empresarios Federico y Miguel Gutheim -padre e hijo- en noviembre de 1976, y detenidos en el Departamento Central de la Policía Federal y luego en la cárcel de Caseros durante cinco meses, además de otras causas que no prosperan, las Madres Fundadoras de Plaza de Mayo decidieron realizar este juicio simbólico.

Los empresarios Gutheim fueron sacados del medio para que Martínez de Hoz pudiera concretar un negociado a lo que se oponían y ambos fueron testigos en los juicios a las Juntas Militares en 1985, por las torturas sufridas.

Por otra parte, también por oponerse a una iniciativa de Martínez de Hoz, que intentó quedarse con la empresa Ítalo Argentina de Electricidad, el empresario español Juan Carlos de Bel que era director de Inversiones Extranjeras, desapareció la noche del 15 de junio de 1977, y nunca más se supo de él, se dijo en el juicio.

Ésta es otra de las causas contra el ex ministro que fue pieza clave en la dictadura y por lo tanto responsable como los jefes militares de delitos de lesa humanidad, a lo que se suma lo actuado para disparar la deuda externa, con acciones ilegales, demostradas ante un juzgado por el fallecido abogado Alejandro Olmos.

La deuda externa que dejó la dictadura fue declarada por la justicia como ilegal e inmoral por haber producido enormes daños económicos, a la soberanía nacional y a la sociedad en su conjunto.

En esos mismos momentos de la celebración del juicio simbólico, el ex secretario de Hacienda de la última dictadura militar Juan Alemann, se negó a declarar en la causa en la que se investiga su responsabilidad por presunto encubrimiento agravado de delitos de lesa humanidad cometidos en la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma).

Asimismo durante la histórica Marcha de la Resistencia de las Madres de Plaza de Mayo y organismos humanitarios, políticos y sociales, hubo advertencias sobre la necesidad de resistir cualquier intento de desestabilización en el país. Estos organismos así como los sindicatos de educación tanto de esta capital como nacionales, demandaron al polémico gobierno de la ciudad de Buenos Aires que no asuma mañana el nuevo ministro de Educación, el escritor y ex diplomático de pasada dictadura, Abel Posse que nombró el intendente porteño Mauricio Macri.

También el bloque de la Unión Cívica Radical de la Legislatura porteña, la Coalición Cívica, el oficialista Frente para la Victoria y diversos partidos políticos demandaron la no asunción de Posse, quien defendió el terrorismo de Estado públicamente. Para el bloque de la UCR, a 26 años del inicio de la democracia, echar mano a un apologista de la última dictadura militar para administrar la educación porteña es un insulto a la democracia y a la memoria de Raúl Alfonsín.

A su vez maestros, profesores universitarios y estudiantes sostuvieron que quien defiende el Terrorismo de Estado y confunde adolescencia con delincuencia no puede ser ministro de Educación y anunciaron que harán hasta lo imposible para evitar que asuma.

Posse acusó al gobierno nacional de demoler el básico esquema constitucional de orden público y de ejercicio de la fuerza exclusiva del Estado para cumplir con la misión esencial de reprimir y también la oposición de hablar de educación preventiva ante el delito de niños y adolescentes reclamando el orden represivo, que caracterizó a la pasada dictadura, entre otras gravísimas declaraciones.