Todos se recuperaron al ciento por ciento, sin secuelas físicas ni sicológicas, y todos siguen tocando, aseguró ayer Enrique Barrios, titular del Sistema Nacional de Fomento Musical (SNFM), respecto de los cerca de 60 integrantes de la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil de México que el primero de agosto de 2009 sufrieron quemaduras de piel y ojos durante un concierto al aire libre en la sede de Secretaría de Educación Pública (SEP).

Transcurrieron poco más de siete meses para que el también director de orquesta, ex titular de la Filarmónica de la Ciudad de México, diera la cara de forma pública en relación con ese suceso, por el cual, en su momento, padres de familia e integrantes de la comunidad musical pidieron la destitución de Barrios, así como la del titular de la SEP, Alonso Lujambio.

En conferencia de prensa, en la que se presentó el programa de trabajo del SNFM para 2010, Barrios afirmó que esta dependencia del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) dio seguimiento puntual a cada uno de los niños y jóvenes afectados hasta que el último fue dado de alta.

A preguntas expresas de los reporteros, precisó que, además del apoyo médico, la instancia ofreció asesoría sicológica a los niños afectados, aunque subrayó que ninguno de los padres la consideró necesaria.

El funcionario resaltó que el incidente ocurrido en las instalaciones de la SEP, donde la orquesta tocó durante una hora a pleno rayo del sol, no provocó la deserción de ninguno de los 160 músicos que integraron la orquesta el año pasado.

Todos volvieron después de aquella accidentada presentación, afirmó Barrios, para participar en el concierto con el que comenzaron los festejos por el bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución, efectuado el pasado 14 de septiembre en el Auditorio Nacional. Lo mismo ocurrió, dijo, con la gira que la agrupación efectuó por diversas ciudades del país en diciembre pasado.

Fueron cuatro las veces en las que se debió preguntar a Enrique Barrios qué persona o instancia había sido la responsable de organizar aquel concierto en la sede de la SEP, ante su omisión en responder a la interrogante o bien porque a su decir no la había entendido.

Finalmente, contestó que la presentación fue programada de manera conjunta por esa dependencia y el sistema de fomento musical.

Reality show por Canal 22

De acuerdo con el funcionario, a partir de aquel acto de agosto de 2009, porque es algo de lo que se tiene que aprender, el Sistema Nacional de Fomento Musical tiene la regla de no hacer conciertos donde no haya techo, además de que la SEP emitió un reglamento en torno de los espectáculos al aire libre donde participen o haya niños.

En lo concerniente al programa del SNFM para este año, cuyo presupuesto es de 95 millones de pesos, similar al de 2009, Enrique Barrios subrayó que a partir de este año se impulsará la formación de centros regionales de entrenamiento musical de alto rendimiento en diversos puntos del país (en principio, en siete entidades).

El propósito de ese proyecto, aclaró, es profesionalizar a jóvenes músicos para que puedan atender la demanda de instrumentistas que se tendrá en todo el país al renovarse las plantillas en orquestas por cuestión de edad, por el crecimiento que algunas de éstas tendrán o por la creación de nuevas agrupaciones. Se estima que en 10 años la demanda será de mil 200 nuevos atrilistas.

Otra de las acciones que destacó para este año, es la puesta en marcha en octubre de un catálogo en línea de música sinfónica mexicana, con el propósito de facilitar la programación de obras nacionales en las diferentes orquestas.

Como parte de los festejos por el bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución, el SNFM efectuará en octubre el estreno mundial de la ópera Antonieta: un ángel caído, escrita por Federico Ibarra, basada en la vida de Antonieta Rivas Mercado.

De igual manera, en ese mismo rubro, se realiza el rescate de obra orquestal escrita durante esas dos gestas históricas, además de que se convocará al concurso Solistas del bicentenario, reality show que será transmitido por Canal 22, en el que participarán cinco jóvenes instrumentistas con el propósito de apoyar su formación y carrera profesional. Éste será la continuación del que se anunció como Ópera prima, que está dirigido a cantantes.