Buenos Aires, 23 de marzo. Organizaciones de derechos humanos y sociales marcharon con antorchas frente a las oficinas del Grupo Clarín para denunciar los obstáculos de Ernestina Herrera de Noble, directora general de ese emporio mediático, para impedir que se conozca la identidad de sus dos hijos adoptados durante la dictadura y que se sospecha pertenecen a familias de desaparecidos.

Se protestó también contra la impunidad que ampara a los cómplices civiles de los represores, y en este caso se refirieron al pacto de la dirección de Clarín con el dictador Jorge Rafael Videla, quien entregó la empresa Papel Prensa a ese grupo y al diario La Nación, que hasta hoy la manejan.

La nueva ley sobre medios de comunicación que fue preparada durante más de 20 años por universidades, expertos, organismos sociales, sindicales y estudiantiles, y se votó recientemente para terminar con la legislación de la pasada dictadura, también toca el estratégico tema de Papel Prensa.

“El gobierno hizo mucho en estos años por los derechos humanos y contra la impunidad, pero hay que mostrar en las calles a los que fueron cómplices. El monopolio Clarín no sólo desinforma, sino que están claros sus pactos con la dictadura” señalaron los manifestantes.

A la protesta se unió esta noche el hecho de que la patronal Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) reclamara al gobierno argentino que cese su hostilidad y violencia contra los medios, que respete las resoluciones de los jueces que quieren que se anule la ley de medios y que no tome medidas contra Papel Prensa.

Esto fue considerado como una injerencia brutal cuando se recuerda que la SIP fue el amparo de la dictadura militar que se impuso hace 34 años, señalaron los dirigentes de la marcha.

El repudio contra la SIP comenzó a escucharse esta noche en varios de los actos en que se recuerda el terrorismo de Estado y la participación de los medios más importantes, cuyos titulares de entonces fueron exhibidos para mostrar la condescendencia con la brutal dictadura que perduró hasta 1983.

Por otra parte, hoy fue arrestado el ex marino Carlos Galian, acusado de más de 600 crímenes de lesa humanidad cometidos en la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma).

Conocido como Pedro Bolita por los sobrevivientes, era el hombre de máxima confianza de los jefes de la Esma y es reconocido como uno de los encargado de trasladar a los prisioneros hasta los aviones desde donde eran arrojados al mar en los llamados vuelos de la muerte, así como de custodiar a las embarazadas secuestradas.