responsabilidad socialde grandes empresas: Oxfam
Lunes 29 de marzo de 2010, p. 24
Como motor de desarrollo económico, el comercio debe ser regulado por el Estado para que contribuya al bienestar de la población y no prevalezca sólo el interés económico de las empresas, advirtió Stefaan Declercq, director ejecutivo en Bélgica de la organización internacional Oxfam, dedicada a combatir la pobreza y la injusticia.
La globalización, señaló, ha provocado que el factor económico prevalezca en el comercio, pero también deben tomarse en cuenta aspectos sociales y de protección al medio ambiente.
Consideró que la responsabilidad social que pregonan las grandes empresas del mundo es un fenómeno muy cosmético
pues regalan lo que les sobra, en lugar de hacer un cambio de fondo en la manera de producir y comerciar.
Las empresas quitan con una mano lo que dan con la otra
, y muy pocas veces se cuestionan las condiciones de trabajo de los productores que las abastecen desde América Latina, África y Asia, de las que son corresponsables, señaló en entrevista.
En AL hacen lo que les da la gana
Ariane Arpa, directora de Intermont Oxfam en España, mencionó que empresas españolas que operan en México y otros países de América Latina incurren en prácticas que ya desterraron en la península ibérica, en gran parte gracias a las campañas que la organización ha realizado para exhibirlas. Empresas que en España tienen un comportamiento muy bueno y se consideran modelos de responsabilidad social, en América Latina hacen prácticamente lo que les da la gana, por lo que es un problema que habremos de seguir con mucha atención en Oxfam
, indicó.
Junto con los directores de otros 12 países donde Oxfam trabaja, Stefaan Declerq y Ariane Arpa estuvieron en la ciudad de México en un encuentro internacional de la organización para definir planes de trabajo y campañas para este año, así como la agenda de cooperación entre Europa y América Latina.
Ambos destacaron que las campañas de Oxfam han logrado que las empresas modifiquen sus procesos de producción y comercialización. Lo que más cuidan las compañías es su nombre, y si las exhibes ante el público tiemblan e inmediatamente nos llaman
, indicó Stefaan Declercq.
Dijo que con tal de ahorrarse unos centavos, las empresas globales se trasladan de un país a otro para pagar a los productores de alimentos precios por debajo de los costos de producción, por lo que desde hace casi 40 años Oxfam inició en Bélgica una red de comercio justo.