Desaparecerá para el Centenario la inmunda calle de la Alcaicería

l Regidor don Jesús Galindo y Villa, ha hecho promoción al Ayuntamiento de la Capital, la cual acaba de transmitirse á la Secretaría de Gobernación.

Se trata de que desaparezca el famoso callejón de la Alcaicería, expropiando una faja de terreno para ensanchar el callejón, á fin de que quede igual á la calle de la Palma, y quitar de allí esos infectos tugurios denominados figones.

Por ser un poco extensa la promoción del señor Galindo y Villa, sólo copiamos la parte relativa á los fundamentos que expone para el logro de su objeto:

“Existe en el corazón de la Capital una calle que es ya una mengua de nuestra civilización y de la cultura metropolitana y que resulta como una mancha negra en medio de una gran avenida que recientemente se ha prolongado hasta llegar á la nueva plaza en uno de cuyos lados quedará el gran Teatro Nacional, que actualmente se construye.

Me refiero á la infecta y estrecha calle de la Alcaicería, que otras veces ha ocupado la atención de este H. Ayuntamiento desde que la Corporación Municipal ensanchó los callejones de Mecateros y el Arquillo, convertidos en un tramo de la amplia Avenida del Cinco de Mayo, se pensó en completar la obra ensanchando también los callejones de la Alcaicería y solamente el proyecto se realizó en una pequeña parte que correspondía á la nueva calle de la Palma, colocada entre la nueva Avenida del Cinco de Mayo y la Avenida de San Francisco.

Me bastará trazar un breve cuadro del aspecto que presenta en estos momentos la Alcaicería. En la acera Poniente hay nada menos que cuatro cantinas, dos de ellas contiguas; cuatro figones, aparte de unos zaguanes convertidos en expendios de fritangas, una pulquería, una tocinería y una accesoria donde se venden diversas bebidas. En la acera de enfrente hay una cantina, una pulquería, seis figones, uno de ellos con el rumboso título de Café y Restaurant, una carnicería y una tocinería.

Para esta clase de comercio se inferirá la calidad y la categoría de la gente que en grupos estorban de manera constante la acera y el arroyo y la que transita por la vía pública.

*Se publicó de 1906 a 1917