René Bejarano pidió ayer convertir su Movimiento Nacional por la Esperanza (MNE) en fuerza social que ayude a solucionar los problemas nacionales. Acompañado, entre otros, por el dirigente del Sindicato Mexicano de Electricistas, Martín Esparza; diputados federales –entre ellos Gerardo Fernández Noroña– y Flavio Sosa, integrante de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, solicitó a los miembros de su agrupación ser organizadores de tiempo completo en los barrios, en los pueblos, en las colonias, para difundir su propuesta.

“Seamos –sostuvo– una organización de miles que tenga convicción y sepa actuar en el momento adecuado, un ventarrón de buena suerte que se lleve la maledicencia, el odio y el escarnio para que florezcan la esperanza y la alternativa democrática en todos los lugares y frentes.”

En asamblea realizada en el Teatro Metropólitan, no quiso hablar de las problemáticas del PRD, pero sí de la necesidad de detener el fenómeno convulsionado de la violencia. Se pronunció por articular la defensa del Estado laico y enfrentar la hipocresía de la jerarquía eclesiástica, que ataca a las mujeres y su derecho a decidir, pero oculta el crimen de la pederastia de manera hipócrita.

Convocó a una reunión para el 5 de septiembre. Hay que trabajar para que esta fuerza se siga extendiendo, para que tengamos justicia para los mineros y los electricistas.