Tras advertir que el secreto fiscal no puede solapar la discrecionalidad de las autoridades, el comisionado del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI), Ángel Trinidad Zavala, propuso al Legislativo debatir ese tema, considerado tabú.

A los legisladores les planteó: ya es necesario que se aborde ese asunto tan incómodo y poco tratado, y lo aclaren de una vez por todas.

En ese contexto señaló que la única forma de saber si el Servicio de Administración Tributaria (SAT) cumple o no con su atribución de recaudar eficientemente los impuestos y evitar la elusión fiscal es con la difusión de los nombres de las personas físicas y morales a las que se les canceló su adeudo fiscal, así como el monto de los créditos fiscales condonados que arrojaron un total de casi 74 mil millones de pesos en 2007.

Una verdadera rendición de cuentas en el país –dijo– requiere, además de información, que los servidores públicos expliquen el motivo de sus decisiones; sólo así se puede limitar la arbitrariedad y la discrecionalidad de las autoridades.

Al participar en la mesa de debate Secreto Fiscal: comentarios a la resolución del IFAI, organizada por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, donde se abordó la resolución del IFAI de marzo pasado respecto al SAT, Trinidad dijo que ese organismo no puede, de ninguna manera, esgrimir el secreto fiscal en la cancelación de esos adeudos. Se necesita conocer el nombre y el monto del crédito fiscal cancelado para evaluar y confirmar que no hubo favoritismos ni discrecionalidad.

Advirtió que cuando las autoridades tratan de eludir su obligación de rendir cuentas, lo primero que aducen es el secreto fiscal. Lo califican de intocable y les incomoda que alguien se atreva a importunar el actual estado de cosas.