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Millón y medio de pasajeros afectados por la cancelación de 25 mil vuelos en 48 horas

Erupción en Islandia ocasiona la mayor crisis aeroportuaria en la historia

Calcula la IATA pérdidas de 150 millones de euros diarios por el cierre del espacio aéreo

Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 17 de abril de 2010, p. 19

Madrid, 16 de abril. La erupción del volcán que yace bajo el glaciar islandés de Eyjafjalla ha provocado la mayor crisis aeroportuaria en la historia europea, con más de 25 mil vuelos cancelados en sólo 48 horas, más de millón y medio de pasajeros afectados y 20 países que han decretado el cierre de su espacio aéreo parcial o totalmente.

Entre tanto, los vulcanólogos y geólogos siguen atentos a la evolución de la actividad volcánica en la región del glaciar y se confirmó que la fumarola ha intensificado ligeramente su actividad, con lo que aumenta el riesgo de una posible explosión.

Los principales aeropuertos del norte de Europa se han convertido en refugios provisionales para los centenares de miles de pasajeros afectados por la peor crisis aérea en la historia, incluso más grave y masiva que la que provocaron los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.

La densa nube tóxica que surgió del volcán que yace bajo un glaciar islandés superó los 11 kilómetros de altura, pero además se mueve lentamente, y según los últimos informes se dirige hacia el sur de Europa, lo que podría agravar aún más la situación.

Eurocontrol, organismo responsable del tráfico aéreo en territorio comunitario, explicó que las restricciones aéreas están justificadas en los efectos que tendría la nube tóxica en los aviones; es capaz de provocar la detención de todos los motores al mismo tiempo, al afectar el flujo de los gases de combustión, además de que la ceniza afecta sensiblemente la visibilidad, los equipos y hasta es capaz de provocar la abrasión del fuselaje.

Hasta que no se disipe la densa nube tóxica y sobre todo no disminuya la actividad volcánica en la zona del glaciar, los expertos son incapaces de pronosticar cuándo se normalizara la situación, aunque creen que entre este sábado y domingo se podrían liberar gran parte de los aeropuertos.

Temor de mayor caos

Los informes sobre el terreno del volcán sostienen que la erupción genera abundante lava y cenizas, pero también está fundiendo una capa de hielo de unos 200 metros de espesor y ha provocado inundaciones en la zona, con lo que se han destruido puentes y carreteras. El principal temor de los vulcanólogos es que la actividad sísmica se intensifique y esto derive en una gran explosión, lo que provocaría un caos aún mayor al que se vive estos días en el norte de Europa.

Los efectos de la nube tóxica se sienten sobre todo en la aviación, que experimenta la más grave crisis en Europa desde la invención del aeroplano. Las cifras hablan por sí mismas: millón y medio de pasajeros afectados, pero la cifra podría triplicarse en los próximos dos días si la emisión de ceniza no cede; más de 25 mil vuelos cancelados en dos días, si bien el próximo lunes estarían por encima de los 60 mil, y cuantiosas pérdidas económicas tanto para las aerolíneas como para los aeropuertos europeos.

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El caos aeroportuario en Europa repercutió en la demanda de servicios ferroviarios. En la imagen, pasajeros se agolpan en los mostradores de la empresa Eurostar en la estación St. Pancras de LondresFoto Reuters

Cabe señalar que la crisis afecta sobre todo a los aeropuertos del norte de Europa, pero también tiene secuelas indirectas en las terminales de todo el mundo, al menos donde salen aviones con destino a estos países, como es el caso de México. Las autoridades europeas informaron que hasta el momento han cerrado parcial o totalmente su espacio aéreo Bélgica, Irlanda, Reino Unido, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Hungría, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Holanda, Noruega, Polonia, Rumania, Suecia y Suiza. Además de las centenares de cancelaciones en aeropuertos de España, Bulgaria, Alemania, Grecia, Italia, Rusia, Eslovaquia y Ucrania.

Europa está viviendo, probablemente, la mayor interrupción aérea desde el 11 de septiembre. En términos de cierres del espacio aéreo, esto es peor que lo que sucedió ese día. Esta interrupción es probablemente la más grande que hayamos visto, señaló un vocero de la Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido, uno de los países más afectados por su cercanía geográfica con Islandia.

La comparación con la emergencia del 11-S explica mejor la envergadura de la actual crisis: el día de los atentados en todos los aeropuertos europeos se cancelaron 300 vuelos con destino a Estados Unidos.

En España, a pesar de sufrir los efectos colaterales de la nube tóxica, se enfrenta también una crisis aeroportuaria importante, pues es la primera vez que se tienen que cancelar mil 138 aterrizajes y despegues en dos días. Pero si los vaticinios se cumplen –que la nube tóxica se dirija al sur de Europa– entonces es probable que tengan que cerrar su espacio aéreo países como España y Portugal.

La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) calcula que las aerolíneas están perdiendo unos 150 millones de euros diarios por la cancelación de los vuelos debido al cierre de los espacios aéreos, a lo que hay que sumar los costos de las modificaciones de las rutas, la asistencia a los pasajeros que se quedaron en tierra y los gastos de mantener aeroplanos en varias terminales.