El senador priísta Francisco Labastida Ochoa advirtió que desde el sexenio de Vicente Fox no existe una estrategia para combatir el crimen organizado y el gobierno de Calderón sólo se dedica a reprimir a la delincuencia, sin que se haga algo por evitar la entrada de armas por las aduanas y el lavado de dinero, ni se atienden los problemas económicos y sociales que propician la escalada de violencia e inseguridad en gran parte del territorio nacional.

El presidente del Senado, Carlos Navarrete, advirtió que la lucha contra el narcotráfico no puede reducirse sólo a enviar más soldados, más policías y acciones de las fuerzas armadas; se requiere profundizar en una estrategia como la que se pensó para Ciudad Juárez, de incidir en el ámbito social y comunitario.

Ambos coincidieron en que la violencia incluye cada vez a más estados, entre ellos el de México, como recién reveló la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Navarrete lamentó que las agresiones del crimen organizado hayan llegado a niveles tales que inhiban la libertad de movimiento de los candidatos en campaña.

Labastida recordó que lo primero que hizo Fox al llegar a Los Pinos fue reducir 50 por ciento el presupuesto destinado a seguridad pública y parar los programas prioritarios en esa materia. El problema se ha agravado, dijo, porque el gobierno de Calderón no tiene siquiera una estrategia.

Se tomó la decisión de que interviniera el Ejército en el combate al crimen organizado, pero lo han dejado solo. En las aduanas no hay la infraestructura mínima para una segunda revisión a los vehículos sospechosos, resaltó.

Preguntó qué hace Hacienda para evitar el blanqueo de recursos provenientes del crimen organizado y por qué la Procuraduría General de la República no ha hecho uso de la Ley de Extinción de Dominio, aprobada por el Congreso hace año y medio, que tiene como propósito que el Estado se quede con bienes y propiedades producto de ilícitos.

No basta con reprimir a los criminales, hay que crear las condiciones económicas y sociales para evitar que los jóvenes sigan el camino de la delincuencia.

Aparte, Navarrete dijo que aunque el estado de México se promovía como una isla, en la que no pasaba nada, la propia Sedena confirmó que ya les llegó la lumbre a los aparejos a quienes gobiernan esa entidad y no podrán ocultar que es parte de las rutas del tráfico de drogas, por estar cerca de Guerrero, Michoacán y Jalisco.

Navarrete reveló que hace seis meses viajó, por tierra, del Distrito Federal a Tierra Caliente, en Guerrero, y de la Sedena le sugirieron tener cuidado en el paso por el estado de México –Toluca y la zona de Tejupilco– por ser una zona muy peligrosa e incluso le pusieron escolta militar.

Lamentó el asesinato de un precandidato del PAN a una alcaldía de Tamaulipas, pero consideró que no debe darse protección generalizada a todos los que compiten por un puesto de elección popular. Si éstos tuvieran que llegar a los mítines rodeados de guardaespaldas para reunirse con sus electores, sentiría que los criminales nos están ganando la batalla.