La primera visita oficial que Felipe Calderón realizará a Estados Unidos durante la presidencia de Barack Obama será de mucho protocolo y apapacho, pero ocurrirá en una etapa crítica de la agenda bilateral.

Según fuentes de Los Pinos, ante la ola de violencia en México, ambos países acordarán profundizar su asociación en materia de seguridad, y el mandatario nacional pedirá que fluyan más rápido los recursos de la Iniciativa Mérida e insistirá en que se frene el tráfico de armas.

Ante Obama y el Congreso estadunidense, Calderón rechazará la ley antinmigrante de Arizona, como informó ayer el diario The Washington Post, pero sin mayores fricciones con la Casa Blanca, que ha expresado su inconformidad con dicha legislación y favorece una reforma migratoria, aunque no esté entre sus prioridades.

En Comillas, España –primera escala del viaje que el Presidente empieza hoy y concluye el jueves en Washington–, México intensificará sus relaciones con la Unión Europea (UE) en el ámbito de la seguridad, para lo que se acordó otorgar al país la condición de socio prioritario.

Además, el mandatario aprovechará la presencia de 69 líderes en la Cumbre América Latina y el Caribe-Unión Europea –que se realizará en Madrid el martes– para cabildear propuestas rumbo a la reunión de cambio climático, de la que México será anfitrión en diciembre. Tendrá la oportunidad de hacerlo en un almuerzo en el que será el único orador.

Interesados en mostrar una cara amable de la relación bilateral, después de los severos cuestionamientos de funcionarios del gobierno estadunidense, como Hillary Clinton y Janet Napolitano, a la estrategia seguida por México en la lucha contra la delincuencia, tras los asesinatos de ciudadanos estadunidenses, Calderón y Obama tendrán escenarios para ello.

En el entorno cercano a Calderón se afirma que esta es una visita de Estado, aunque faltarán detalles de protocolo para con signarla como tal. Además de ser invitado de honor en la cena en la Casa Blanca, el Ejecutivo mexicano ofrecerá un discurso ante el Congreso estadunidense, donde los últimos que han hablado son los ex presidentes Carlos Salinas de Gortari y Vicente Fox.

También –explicaron– sostendrá una reunión en el Senado y entregará la condecoración del Águila Azteca en homenaje al fallecido ex senador Edward Kennedy.

Más allá de que el gobierno mexicano asegure que la relación bilateral vive un momento espectacular y que como invitado impulsará temas económicos y migratorios, el eje de las conversaciones será la inseguridad en el país y su polémica guerra contra el narcotráfico.

En el plano económico, buscarán fortalecer la competitividad entre ambas naciones para que la recuperación de la crisis sea sostenida y se traduzca en la creación de más empleos, de acuerdo con las previsiones del mandatario.

Derechos humanos en la agenda con España

En cuanto a la agenda con la UE, la vicepresidenta primera del gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, explicó que este año, cuando se cumple el décimo aniversario del acuerdo de asociación entre esa región y México, es necesario intensificar las relaciones.