Al filo de las 11 de la mañana de ayer, la versión sobre la desaparición del panista Diego Fernández de Cevallos empezó como rumor en círculos policiacos de Querétaro y el Distrito Federal.

Luego se habló de un presunto secuestro o ejecución.

La primera noticia en un medio de comunicación surgió en un portal informativo de Querétaro. Se dijo que la camioneta de Fernández de Cevallos se encontró abandonada y con huellas de sangre en su interior, en los límites del rancho La Cabaña, propiedad del litigante.

La información oficial surgió hasta las 14:30 horas, cuando la Procuraduría General de la República confirmó la desaparición del ex legislador y que en su vehículo se encotraron algunas pertenencias, así como rastros de violencia. Asimismo, puntualizó que la procuraduría de Querétaro realizaba ya las investigaciones del caso.

Casi al mismo tiempo, en el hangar presidencial del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México se informaba que se retrasaría una hora la salida del presidente Felipe Calderón hacia su gira a España, por lo sucedido a El jefe Diego.

Poco después de las 15 horas, la Presidencia de la República informó en un comunicado de prensa que desde las primeras horas de ayer, el mandatario estuvo en “constante comunicación con el procurador general de la República, Arturo Chávez Chávez, y con los secretarios de Gobernación y Seguridad Pública, Fernando Gómez Mont y Genaro García Luna, respectivamente, con el fin de dar seguimiento puntual a las pesquisas realizadas. El presidente Calderón giró instrucciones a los miembros del gabinete de seguridad para seguir brindando apoyo a las autoridades competentes y la familia de Fernández de Cevallos.

La orden del Ejecutivo fue acatada y, de acuerdo con fuentes oficiales, el Ejército, la Policía Federal y la PGR desplegaron a sus elementos para rastrear el paradero del panista.

Al rancho La Cabaña, en Querétaro, llegaron los titulares de las secretarías de la Defensa Nacional, general Guillermo Galván Galván; de Gobernación y de Seguridad Pública, así como el procurador Chávez Chávez.

Hasta antes de las 20 horas, la PGR se convirtió en la única vocera del caso, emitiendo dos comunicados más en los que únicamente reiteró que no había datos para establecer el paradero del litigante.

Poco después, la Procuraduría General de Justicia de Querétaro informó que empezó la averiguación SC/31/2010, que no hay avances en la indagatoria y que ya realiza las investigaciones pertinentes, en coordinación con la PGR y la Secretaría de Seguridad Pública federal.

Al cierre de esta edición, los secretarios de la Defensa, Gobernación y Seguridad Pública, así como el titular de la Procuraduría General de la República seguían en el estado de Querétaro, supuestamente también reunidos con el gobernador del estato, José Calzada Rovirosa, y el procurador de la entidad, Arsenio Durán, para trazar el curso de la investigación y buscar por aire y tierra a Fernández de Cevallos.