La confianza de sus lectores no sólo es el activo más importante de La Jornada, sino también su garantía de futuro, aseguró la directora general, Carmen Lira Saade, en su mensaje a la comunidad de accionistas de Demos, Desarrollo de Medios, SA de CV, empresa editora de este diario.

Expresó que a pesar de que hace 25 años las carencias con las que inició La Jornada, así como los obstáculos que plantearon dependencias gubernamentales y anunciantes privados, abonaban pronósticos poco alentadores sobre la sobrevivencia del proyecto editorial, seguimos aquí. Nos acercamos ya a las 10 mil jornadas.

Al rendir su informe anual de actividades destacó que credibilidad y confianza constituyen bienes escasos en la circunstancia nacional presente, cuando la pérdida de autoridad moral, de credibilidad y de rumbo, afectan a la mayoría de las instituciones públicas, a la mayor parte de los medios y a los consorcios privados

Carmen Lira Saade destacó que la prevalencia de una conjunción de poderes formales y fácticos, así como el mantenimiento a rajatabla de un modelo económico depredador y generador de riqueza y pobreza extremas, han desembocado en una grave descomposición del país.

En este contexto, la continuación de nuestra tarea informativa no sólo es un deber hacia nosotros mismos y hacia nuestros lectores, sino también una clave de contención, civilidad y buen sentido que hoy, como nunca, resulta necesaria, dijo.

Se refirió al hecho de que la casa editora del periódico español Público haya escogido a este diario para imprimir su edición internacional en México y encartarlo para su distribución gratuita entre nuestros suscriptores, lo que es una muestra especialmente significativa de la presencia transfronteras de La Jornada.

Habló de la crisis financiera que vive el mundo, de la cual no han escapado las empresas periodísticas más fuertes e importantes. En este punto, la directora general de La Jornada destacó el desempeño satisfactorio del diario.

“En el entorno actual –agregó–, la tarea informativa constituye, en la inmensa mayoría de sus expresiones mediáticas, un negocio. Hacer periodismo es un medio para hacer dinero. En nuestro caso es al revés: el buen desempeño empresarial es el medio y hacer periodismo es el objetivo.”

Recordó las visitas de Eduardo Galeano y Noam Chomsky cuando La Jornada celebró, en septiembre en 2009, sus 25 años de existencia, y la enorme sorpresa que les causó comprobar que sus tesis de que ya no existen rotativos independientes se vino abajo con la labor de este diario. 

No es fácil encontrar ejemplos de periódicos críticos que consigan mantenerse a flote, consolidarse y convertirse en punto de referencia. La Jornada ha establecido en 25 años un lectorado de 237 mil personas en nuestras ediciones en papel y de más de 193 mil en Internet, lo que da un total de casi 420 mil lectores diarios.

Antes, el grupo de accionistas de La Jornada, intelectuales, escritores, académicos, directivos, reporteros, moneros y fotógrafos, escucharon con atención los informes que, además del que presentó la directora general, leyeron, por disposición de ley, el presidente del Consejo de Administración, Hugo Gutiérrez Vega, y el comisario del mismo, Luis Linares Zapata, relativos a los estados financieros de esta empresa. Todos fueron aprobados por unanimidad.