Para subsanar el déficit de más de 16 mil millones de pesos en sus finanzas de 2010, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), por segundo año utilizará recursos de sus reservas del fondo laboral y de la de operación para contingencias, las cuales, de mantenerse la actual situación en que los egresos superan a los ingresos, se agotarán en 2012.

El instituto señaló que se requiere emprender cambios de fondo a la ley, los cuales podrían ser el aumento de cuotas obrero patronales a 11.6 por ciento, o que el Estado realice aportaciones adicionales para financiar el costo de enfermedades caras, entre otras medidas.

En el informe sobre la situación financiera del IMSS que por noveno año consecutivo se presenta al Ejecutivo y al Congreso de la Unión, el organismo calificó de complejo el panorama sobre su viabilidad en el corto y largo plazos, derivado de una disminución en sus ingresos por cuotas obrero patronales. Además, la demanda ha rebasado la disponibilidad de infraestructura y continúa en aumento el gasto del Régimen de Jubilaciones y Pensiones de los trabajadores del Seguro Social.

El documento indicó que sólo los seguros de riesgos de trabajo y el de invalidez y vida son superavitarios, mientras los relacionados con prestaciones médicas y sociales registran déficit, el cual pasó de representar 40.9 por ciento del producto interno bruto en 2009, a 45.3 por ciento en 2010.

En el análisis, el informe plantea diversas soluciones, con las que se obtendrían resultados también diferenciados que se miden en años de suficiencia financiera, en función de la fuente de ingresos que se elija. Una es el uso y constitución de reservas.

En 2009 se utilizaron 5 mil 259 millones de pesos de dichos fondos; en este año la suma ascenderá a 25 mil 574 millones; en 2011 se prevé utilizar 25 mil 934 millones y en 2012 se tomará el remanente de la subcuenta del fondo para el cumplimiento de obligaciones laborales, con lo que se agotará ese ahorro.

De ahí la importancia de buscar alternativas, pues pretender continuar con la acumulación de recursos en reservas implicaría afectar la operación del IMSS. En otro escenario, si persiste la asignación de montos similares a los de años recientes, no alcanzarían para cubrir los requerimientos del organismo.

Lo anterior, porque según estimaciones del instituto, en los siguientes 40 años el déficit aumentará progresivamente hasta llegar en 2050 a los 132 mil 60 millones de pesos.

De ahí que el informe propone el análisis de diversas medidas que contribuyan a resolver de fondo la problemática. Señaló, entre otras, políticas exógenas enfocadas, principalmente, en cambios a la actual Ley del Seguro Social, necesarios para garantizar la operación del instituto.

Entre las medidas que tendrían un impacto fiscal está el aumento de las cuotas obrero patronales, las cuales pasarían de uno por ciento del salario base de cotización (SBC) actual a 11.6 por ciento.

De acuerdo con la ley vigente, los patrones cubren una cuota fija diaria por cada asegurado, equivalente a 13.9 por ciento de un salario mínimo general vigente en el Distrito Federal (SMGDF); para aquellos trabajadores cuyo SBC supera en tres veces el SMGDF se realiza una aportación adicional de 6 y 2 por ciento para los patrones y trabajadores respectivamente, de la cantidad que resulte de la diferencia entre el SBC y tres veces el salario mínimo. A su vez, el gobierno aporta 13.9 por ciento de un SMGDF, el cual se actualiza trimestralmente conforme a la inflación.

El informe mostró que bajo estos términos, la contribución al seguro de enfermedades y maternidad, que se expresa como un porcentaje del SBC, se reduce, lo que ocasiona la descapitalización progresiva por el rezago en las aportaciones patronales fijas, las cuales están indexadas al salario mínimo y las que corresponden al gobierno federal indexadas a la inflación.

Otra opción es la aportación del gobierno federal que cubran la mitad del costo estimado para la atención de seis males de alto impacto financiero, como diabetes e hipertensión arterial.

Otra alternativa sería la existencia de una aportación del gobierno federal de una cuota adicional por cada pensionado, equivalente a la cuota fija que aporta en el seguro de enfermedades y maternidad por cada asegurado. Sin embargo, se admitió que con esta acción no se resuelve el problema de descapitalización; sólo tendría más dinero para afrontar la demanda de servicios de pensionados.

Para lograr una solución de fondo a la problemática del Seguro Social es importante realizar un debate informado en el que participen actores sociales involucrados, a fin de alcanzar un consenso, indicó el informe.