Bogotá, 31 de julio. El gobierno de Colombia negó este sábado que tenga en sus planes realizar un ataque militar contra Venezuela y acusó al presidente Hugo Chávez de engañar a su pueblo con ese argumento, al rechazar como falsas las supuestas amenazas que en ese sentido denunció la víspera el mandatario venezolano.

Colombia jamás ha pensado en atacar al hermano pueblo de la República Bolivariana de Venezuela, como lo dice el presidente de ese país, en un claro engaño político a su propia nación, precisó en un escueto comunicado.

Asimismo, desmintió la denuncia del gobernante venezolano de que una aeronave o un helicóptero militar haya sobrevolado el espacio aéreo del país vecino.

El mandatario venezolano declaró anoche que su gobierno desplegó unidades de defensa en la frontera con Colombia, terrestres y aéreas, sin precisar el número, ante la amenaza de una eventual agresión en los últimos días del gobierno del mandatario saliente presidente Álvaro Uribe, y que se mantenían en alerta.

Colombia ha acudido a los canales del derecho internacional y seguirá insistiendo en esos mecanismos para que se adopte un instrumento que haga que el gobierno venezolano cumpla con la obligación de no albergar a terroristas colombianos, dice la nota, y reitera que en territorio venezolano se hallan miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Respecto de esa denuncia de Colombia ante la Organización de Estados Americanos, Chávez dijo que las fuerzas militares han revisado algunas de las coordenadas que formaban parte de su alegato sobre los supuestos campamentos guerrilleros en territorio venezolano y aseguró que en una de ellas había una piedra y en otra se trataba de una casa abandonada.

Aquí tengo una grabación de uno de los tantos lugares señalados por el energúmeno ése, dijo Chávez en alusión a la denuncia que el representante colombiano Luis Hoyos hizo en la OEA, y que lo que hallaron fue una casa vieja con un galponcito abandonado que señalaron como el gran campamento bolivariano.

Acusó a Uribe de estar obsesionado con la guerra. No obstante, Chávez dijo que le gustaría sentarse con el presidente electo Juan Manuel Santos, una vez que llegue al poder el 7 de agosto, para recomponer las relaciones. No nos van a llevar bajo chantaje a una guerra que no es nuestra, acotó.

En tanto, la fuerza aérea de Colombia anunció que Uribe pondrá en marcha una base de esa arma en Yopal, capital del departamento de Casanare, y que tendrá la responsabilidad de cubrir esa región y el departamento de Arauca sobre un total de 69 mil kilómetros cuadrados en labores de vigilancia en la frontera con Venezuela, a fin de combatir a las guerrillas y otros grupos que operan en la zona.

Mientras tanto, el vicepresidente electo de Colombia, Angelino Garzón, dijo que el futuro gobierno de Santos condicionaría un posible diálogo con las FARC a que ese grupo cese la violencia, un día después de que el líder guerrillero Alfonso Cano planteara tal posibilidad para una salida política al conflicto armado interno.

El gobierno de Juan Manuel Santos no tiene cerrada la puerta de la paz, pero le estamos exigiendo a la guerrilla poner en libertad a todos los secuestrados, cesar la práctica del terrorismo y las minas antipersona y liberar a los niños reclutados de manera forzada, afirmó Garzón a la prensa en respuesta al video con la propuesta de Cano en Internet.

La insurgencia “también tiene que ser capaz de decirle a la población: ‘esta violencia no tiene sentido y no va más’”, añadió el vicepresidente electo, un ex líder sindical, ex ministro de Trabajo y ex integrante de un comité civil que propugna por la salida negociada para el conflicto interno.

Si ellos dan esas manifestaciones, tengan seguro que Santos tendrá toda la generosidad para construir acuerdos de paz y procesos de perdón y reconciliación, en medio de una reparación a las víctimas de la violencia, señaló.

El mandatario saliente, Álvaro Uribe, fustigó a las FARC por un ataque atribuido a esa guerrilla en un remoto pueblo del sur del país, que dejó unos cinco policías y un militar muertos, y dos civiles heridos. Consideró que sus llamados sólo buscan titulares de prensa.

El gobierno del ex presidente colombiano Andrés Pastrana (1998-2002) llevó a cabo conversaciones con las FARC, pero la tentativa fracasó en medio de acusaciones recíprocas de no querer dialogar sinceramente por la paz.