La cooperación continuará bajo acuerdos existentes: vocero del Departamento de Estado
Jueves 19 de agosto de 2010, p. 22
Washington, 18 de agosto. Estados Unidos desea que el gobierno de Colombia dé los pasos necesarios para que se preserve el acuerdo militar bilateral, que quedó sin efecto este martes por la Corte Constitucional de ese país, indicó este miércoles el vocero del Departamento de Estado, Philip Crowley.
Agregó que pueden existir acciones del Ejecutivo o del Legislativo para sobreponer las dudas
de la Corte, que declaró inconstitucional el acuerdo que permitía a militares estadunidenses operar en siete bases colombianas.
Ese es el tipo de preguntas que le estamos haciendo al gobierno de Colombia para entender lo que planea hacer
, agregó Crowley.
Nuestra cercana cooperación con Colombia continuará bajo acuerdos existentes previamente
, garantizó otro vocero del Departamento de Estado, Charles Luoma-Overstreet, en un correo electrónico enviado a Afp.
La Corte determinó que el acuerdo, firmado en octubre de 2009 por el gobierno de Barack Obama y el del entonces presidente Álvaro Uribe, debe ser aprobado en el Congreso colombiano, tras lo cual regresará a la Corte Constitucional para un nuevo examen.
El acuerdo desató enorme polémica en la región, sobre todo por las críticas de Venezuela, que aseguraba que el pacto representaba una amenaza para ese país, que mantiene una relación tirante con Estados Unidos.
También fue rechazado por los gobiernos de Ecuador, Bolivia, Brasil y Argentina.
El pacto, que autorizaba la presencia en Colombia de un máximo de 800 militares y 600 contratistas civiles estadunidenses, buscaba asegurar la cooperación bilateral efectiva
contra el narcotráfico, los grupos armados ilegales y el terrorismo
, indicó Luoma-Overstreet.
El Congreso estadunidense aprobó a finales del año pasado, dentro del presupuesto de Defensa para 2010, una partida de 46 millones de dólares para tareas de renovación en la base colombiana de Palanquero, una de las incluidas en el acuerdo.
Pero el Congreso dejó claro que la partida no autorizaba el establecimiento de una base permanente estadunidense en territorio colombiano.
Estados Unidos destinó en la última década a Colombia, su principal aliado en Sudamérica, más de 6 mil millones de dólares para el combate al narcotráfico y la guerrilla, dentro del Plan Colombia.