En víspera del regreso a clases de un poco más de dos millones de estudiantes, cientos de padres de familia se volcaron este fin de semana a las calles del Centro Histórico para realizar sus compras y surtir a última hora la lista de útiles escolares.

En un sondeo realizado, la mayoría de ellos coincidieron en que los precios de los artículos escolares, como cada año, están por las nubes. Entre el pago de inscripción, uniformes, zapatos, libros y material didáctico para su hijo de tres años que ingresa a primero de prescolar, Ángeles desembolsó alrededor de 10 mil pesos.

Desde Iztapalapa se trasladó al Centro para surtir lo que llamó una impresionante lista de útiles escolares, que incluía desde crayones, pinceles, pinturas, pegamento, hasta una variedad de libros de computación, inglés, español y matemáticas.

Uno de los puntos más concurrido por los padres de familia fue la calle de Mesones, donde al mediodía era tal la aglomeración que se caminaba a empujones. A la multitud se sumó el desdoblamiento de los negocios de las plazas comerciales que no sólo exhibían sus artículos en las banquetas, sino que también las utilizaron como bodegas al instalar enormes cajas con mercancía.

¿A cuánto los cuadernos?, preguntó doña Lupita. “A 50 pesos, señito”, respondió el comerciante de un puesto en la calle. ¡Ay, Dios mío!, exclamó al escuchar el precio. Acompañada de su nieto y lista en mano, la mujer de edad avanzada hacía cuentas. Ni comprando lo más barato nos alcanza, señorita, todos los años es lo mismo, suben todo.

Compras de última hora en la expo feria Regreso a Clases, en la explanada de la delegación AzcapotzalcoFoto Francisco Olvera

Pese a los precios, la agitada actividad comercial se extiende a otros puntos, con supuestas ofertas. En Correo Mayor los uniformes se rematan en 170 pesos. Las camisas, a 60 pesos y los pantalones, a 110 pesos.

En calles aledañas, los productos piratas hacen su aparición. A 20, a 20, a 20, colores Prismacolor a 20, se oyen los gritos cantaditos. En las distribuidoras este mismo producto tenía un costo de 45 pesos.

En República de Argentina, Gonzalo, padre de tres hijos, surte las listas. Confiesa que acude al Centro porque encuentra todo más barato, aunque no sea de buena calidad.

La otra vez les compré un compás que se les rompió el primer día que lo usaron, pero ni modo. El problema es que haces el gasto de un solo golpe, y aunque tengas un guardadito no te alcanza.

Tan sólo para el menor de sus hijos que ingresa a primero de primaria, le pidieron cuatro cuadernos profesionales y el famoso de marquilla, que es para dibujos, explica, al señalar que a la compra de útiles escolares se suma el uniforme, la mochila, la cuota de 100 pesos y la cooperación de artículos de limpieza para la escuela.