Los desplazamientos humanos afectarán la vida de todos, dice Edward James Olmos
Las cintas que tratan el tema no tienen éxito entre el público blanco: especialista
En la clausura del certamen se presentará El traspatio, de Carlos Carrera, sobre feminicidios en Juárez
Domingo 22 de agosto de 2010, p. 7
Los Ángeles, 21 de agosto. La edición 14 del Festival de Cine Latino de Los Ángeles –el cual dura siete días y se ha convertido en una importante vitrina del talento de cineastas consagrados y aficionados– este año pone sobre la mesa uno de los temas más candentes en la actualidad en el país: la migración.
El debate migratorio se ha intensificado recientemente con la polémica ley migratoria de Arizona. Para el actor Edward James Olmos, presidente y fundador del festival, la migración es un asunto que afectará la vida de todas las personas.
Es algo que no sólo está pasando en Estados Unidos; está sucediendo en todo el planeta, con personas trasladándose de un punto a otro, con la finalidad de mantenerse con vida
, indicó el protagonista de Stand and Deliver.
Diversos temas
El festival, que arrancó el 19 de agosto, será clausurado el próximo día 25, con la película El traspatio, en la que el cineasta mexicano Carlos Carrera aborda uno de los temas más escabrosos relacionados con la migración.
En la cinta, protagonizada por la actriz Ana de la Reguera, el también director de El crimen del padre Amaro plantea el problema de los asesinatos de las mujeres en Ciudad Juárez –en la frontera con Estados Unidos–, donde las principales víctimas son empleadas de maquiladoras, en su mayoría inmigrantes pobres.
Por su parte, Olmos destaca que la novedad de este año en el festival es que las cintas exploran el fenómeno migratorio desde dos puntos de vista: el del migrante y el de quienes se topan con los recién llegados.
Un ejemplo de esta nueva visión es la cinta Memorias del desarrollo, de Miguel Coyula, basada en la novela homónima de Edmundo Desnoes, que ofrece una nueva mirada del inmigrante como autoexiliado. El reconocido cineasta cubano narra la historia de un intelectual que es incapaz de adaptarse al nuevo sistema capitalista al que llegó, pero tampoco encaja con sus pasados ideales socialistas.
Asimismo, en el documental Harvest of Loneliness, los académicos Gilberto G. González, profesor de estudios chicanos en UC, y Vivian Price, de la universidad CSU, indagan en un momento histórico oculto en Estados Unidos, entre 1942 y 1962, cuando millones de hombres y mujeres mexicanos migraron hacia el norte para participar del programa Bracero, que empleaba de forma temporal a jornaleros.
Los trabajadores, contratados para suplir la escasez de personal en la época se convirtieron en mano de obra barata, controlada y luego desechada.
De igual forma, el más reciente documental de Abby Ginzberg, Cruz Reynoso: Sowing the Seeds of Justice, retrata la vida de un hijo de jornaleros migrantes que se convierte en el primer abogado chicano en trabajar en la Suprema Corte de California.
Decenas de historias, contadas a través de diversas voces de personas que cruzan fronteras, mantienen la llama de un tema altamente discutido en los hogares estadunidenses. Pero pese al intenso debate, los expertos aseguran que generalmente no se invierte en taquilla en él.
Lo mismo pasa con los republicanos. Les gusta hablar sobre el tema, pero no es algo en lo que quieran invertir o comprometerse
, señaló David Halle, profesor de sociología de UCLA.
El catedrático cree que la razón por la cual ahora se habla tanto de inmigración se debe a la situación económica. El tema migratorio siempre ha sido importante en la política de Estados Unidos, pero ahora que la economía está en una situación crítica, los políticos tienden a culpar a los migrantes por la falta de empleo
, aseguró Halle.
En cuanto al festival, Halle cree que tanto los cineastas como los asistentes a estos espacios son personas relativamente liberales, como lo es todo Hollywood. Sus trabajos son generalmente favorables hacia la migración, muestran su problemática y se preocupan por los ataques de los políticos a este colectivo.
Lo importante es saber qué grado de popularidad van a tener estas cintas entre los estadunidenses. En los años recientes se ha notado que las películas sobre temas de migración no son exitosas entre el público blanco. Generalmente no funcionan bien en taquilla.
La audiencia que acude a este tipo de festivales de cine independiente suelen ser personas abiertas al fenómeno migratorio. La incógnita es si se logrará ampliar dicho público.