Un tribunal ratificó el retiro de nota al comité espurio
Domingo 22 de agosto de 2010, p. 33
Unos 150 maestros disidentes de la sección 9 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) participaron ayer en una marcha del Auditorio Nacional hacia uno de los departamentos de la dirigente magisterial, Elba Esther Gordillo, ubicado en la colonia Polanco, para exigir la realización de un congreso extraordinario en el cual se elija de nuevo a los líderes de dicho grupo.
Como se informó en estas páginas, el primero de julio de 2008 la maestra Gordillo organizó un encuentro para definir al comité dirigente de la sección 9 –que agrupa a 58 mil maestros de preescolar, primaria y niveles especiales–, pero lo hizo a escondidas de la mayoría de los delegados y en una cochera acondicionada como salón de fiestas (La Jornada, 2/07/2008).
En aquel momento se impuso el grupo de la lideresa, pero la disidencia interpuso un amparo y logró que el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje emitiera un laudo hace un año en el que retiraba la toma de nota al comité gordillista, recordó el secretario general del llamado grupo democrático de la sección 9, Francisco Bravo.
Aunque el grupo de la ex diputada priísta interpuso dos amparos, uno provisional y otro indirecto, ambos le fueron negados, igual que el recurso de revisión, por lo que el tercer tribunal en materia del trabajo del primer circuito ratificó el pasado 6 de agosto el retiro de la toma de nota.
La mañana del sábado, la sección 9 disidente decidió ir hasta el departamento de Gordillo –una de las 64 propiedades que tiene en México y el extranjero– para entregarle una copia de la resolución del tribunal, pedirle que la acate y convoque a un nuevo congreso.
Con una muñeca gigante de cartón, que imitaba a la dirigente vitalicia, el contingente de profesores llegó casi a mediodía a la esquina de Galileo y Presidente Masaryk, en medio de consignas como Gordillo espuria, la base te repudia
o Elba Esther, tu cabeza va a caer
.
Los profesores, además, rechazaron los planes de flexibilización laboral, como los que se aplican ya en más de 600 escuelas y obligan a 4 mil 800 maestros a laborar 30 horas a la semana, pero tomándoles en cuenta sólo 20 para efectos de sueldo base y otras prestaciones.
Si la Secretaría de Educación Pública respalda al comité espurio
, el magisterio disidente demandaría a la dependencia por desacato al tribunal y exigiría que los 400 delegados que tiene dicho grupo regresen a sus centros de trabajo, señaló Bravo.
Si el nuevo congreso se realiza en condiciones transparentes y democráticas, nosotros acataremos los resultados. Que sean los maestros los que decidan. Para ello proponemos una comisión de observación externa que dé seguimiento, y que firmemos un pacto de no agresión
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