Los dirigentes nacionales de los partidos Acción Nacional (PAN), César Nava, y de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Ortega, se reunieron ayer en la ciudad de México con cinco magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, a quienes exigieron anular las elecciones celebradas en Durango el 4 de julio, por las numerosas irregularidades registradas y la certeza de la injerencia del crimen organizado.

Tras la reunión, ambos coincidieron en que las anomalías son causal de anulación.

Tenemos elementos de prueba suficientes para acreditar que esta elección ha sido la más violenta de la historia. Se produjo un clima que ahuyentó a los electores, lo que benefició claramente al candidato del PRI (Jorge Herrera Caldera), dijo Nava.

Los dirigentes aseguraron que se desviaron recursos públicos a la campaña del Partido Revolucionario Inatitucional y acusaron al gobierno de Durango de expedir cheques a electores. César Nava sostuvo que se acreditaron mil 400 casos concretos de compra de sufragios.

Mientras, el senador Ángel Heladio Aguirre Rivero anunció ayer su renuncia al PRI, en el cual militó durante 30 años, a fin de ser postulado a la gubernatura por la alianza Guerrero nos Une, que forman los partidos de la Revolución Democrática, Convergencia y del Trabajo.

Aguirre fue gobernador interino después de que Rubén Figueroa Alcocer dejó el cargo, acusado de la matanza de 17 campesinos en Aguas Blancas, el 28 de junio de 1995.

Durante la gestión del ahora ex priísta, soldados comandados por el general Juan Manuel Oropeza asesinaron el 7 de junio de 1998 a 11 indígenas mixtecos en la comunidad El Charco, municipio de Ayutla de los Libres.

El Frente Amplio de Izquierdas de Guerrero, que apoya la precandidatura del diputado federal perredista Armando Ríos Piter, calificó de traidores a Jesús Ortega y al coordinador del frente Diálogo por la Reconstrucción de México, Manuel Camacho Solís, así como a los dirigentes estatales del PRD, Misael Medrano y Víctor Aguirre.