Es un problema de salud pública, pero faltan especialistas, afirman
Sábado 25 de septiembre de 2010, p. 37
A escala mundial, el transtorno de déficit de atención (TDA) afecta a entre 5 y 7 por ciento de los niños, y aunque sus causas todavía no están totalmente identificadas, puede tratarse mediante una terapia que proporcione una vida prácticamente normal a los pacientes adultos, afirmaron especialistas participantes en el sexto congreso internacional Lo último sobre el TDA e hiperactividad.
En conferencia de prensa, Óscar Sánchez Guerrero, ex presidente de la Asociación Mexicana de Siquiatría Infantil (AMPI), afirmó que el padecimiento es hereditario y dura toda la vida, pero puede tratarse con considerable éxito, siempre y cuando se le detecte a tiempo.
El TDA, identificable en niños de entre seis y ocho años, se caracteriza por provocar gran dificultad para fijar la atención durante tiempos prolongados, para organizarse en la vida cotidiana y contener ciertos impulsos físicos o de comportamiento, y no se quita solo
en la adolescencia, como muchos piensan
.
María Acosta, investigadora del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, explicó que aunque todavía no se han identificado las causas exactas de la enfermedad, se piensa que está relacionada con la cantidad de neurotransmisores que posee cada persona, y no tiene nada que ver con problemas de crianza.
Las dificultades para realizar funciones ejecutivas básicas, señaló por su parte Javier Quintero, jefe de siquiatría del hospital Infanta Leonor de Madrid, pueden tener serias consecuencias para la vida laboral y afectiva de los enfermos en edad adulta.
Aunque los pacientes con TDA pueden tener la misma capacidad intelectual que una persona que no lo padezca, si la enfermedad no es identificada y tratada a tiempo hay un serio riesgo evolutivo en el desempeño escolar y personal.
En cambio, si se cuenta una terapia farmacológica y sicológica personalizada se puede superar la etapa de riesgo inicial y en la adulta se puede desenvolver sin problemas, e, incluso, contar con una intuitividad mucho mayor y capacidad de atender varias ideas a la vez.
María Elena Frade, presidente de la Fundación Cultural Federico Hoth, apuntó que aunque el TDA es un problema de salud pública, hay muy pocos especialistas en México que pueden identificarla; dijo que sólo existen 300 mil neuropediatras para atender una población de alrededor de un millón 100 mil niños afectados.
Aunque el tratamiento médico es caro, advirtió Frade, resulta más costoso en términos sociales y sicológicos no atenderlo a tiempo.