Buenos Aires, 1° de octubre. Las jefas y jefes de Estado de los gobiernos integrantes de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), reunidos anoche y esta madrugada en esta ciudad, condenaron enérgicamente el intento de golpe de Estado y posterior secuestro del presidente de Ecuador, Rafael Correa, ocurrido este jueves. Advirtieron que “bajo ningún concepto tolerarán cualquier nuevo desafío a la autoridad institucional ni intento de golpe al poder civil legítimamente elegido.

En casos de nuevos quiebres del orden constitucional, se adoptarán medidas concretas e inmediatas, como cierre de fronteras y suspensión del comercio, del tráfico aéreo y de la provisión de energía, servicios y otros suministros, agregaron.

Sin fisuras, a pesar de las diferentes posiciones de los gobiernos asistentes a la reunión que con carácter de emergencia se convocó para la noche del jueves, emitieron la Declaración de Buenos Aires, reafirmando su compromiso con la preservación de la institucionalidad democrática, el estado de derecho, el orden constitucional, la paz social y el irrestricto respeto a los derechos humanos, condiciones esenciales del proceso de integración regional.

Celebraron la liberación del presidente Correa, así como la pronta vuelta a la normalidad institucional y democrática en Ecuador, al expresar la necesidad de que los responsables de la asonada golpista sean juzgados y condenados, y acordaron enviar a sus cancilleres a la nación andina para manifestar el respaldo regional.

Durante un acto realizado en una localidad de la provincia de Buenos Aires, la presidenta anfitriona, Cristina Fernández de Kirchner, respaldó nuevamente a su par ecuatoriano y advirtió que mientras esté en su cargo, Argentina no reconocerá a ningún gobierno que no surja de la voluntad popular. Analizó que los reclamos policiales en Ecuador fueron una excusa para intentar destruir las conquistas sociales que logró un gobierno nacional y popular.

Aunque sostuvo que una situación similar es algo impensable en su país, especialmente por las historias dictatoriales del pasado, reconoció que aquí existen sutiles formas de desestabilización, como mentir, engañar, tergiversar y tratar de que nos enfrentemos entre argentinos, en evidente referencia a la manipulación informativa de los medios masivos de la derecha local, que la atacan constantemente.

Advirtió también que hay sectores que han intentado golpear una y mil veces a gobiernos populares de América Latina, pero no lo lograrán.

Asistieron al encuentro los presidentes de Uruguay, José Pepe Mújica; Venezuela, Hugo Chávez; Bolivia, Evo Morales; Perú, Alan García; Chile, Sebastián Piñera, y Colombia, Juan Manuel Santos, así como representantes de los mandatarios de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, y Paraguay, Fernando Lugo.

Chávez dijo hoy: debemos exigir al gobierno de Estados Unidos que no siga metiendo sus viejas manos imperiales en este continente, al advertir que financia con millones y millones de dólares a movimientos de la extrema derecha, muchos de los cuales están conspirando para desestabilizar a los gobiernos de los países de la alianza bolivariana.

Morales, quien desde el primer momento del golpe accionó d en favor de una reunión de emergencia y no descartó un viaje de los mandatarios a Ecuador para proteger a Correa, dijo que Honduras ha sido un mensaje duro para América Latina, y que lo sucedido en Quito pone a la región bajo amenaza.

También advirtió que todavía hay algunos grupos retrógrados en América Latina que piensan que con un golpe de Estado se pueden resolver los problemas o las diferencias políticas y programáticas.