Más de un centenar de trabajadores de Aviacsa, sobre todo técnicos del área de mantenimiento, laboran ya en sus hangares del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM); además, los sobrecargos iniciaron sus cursos de actualización y certificación de su profesión para reanudar operaciones entre el 10 y 15 de diciembre próximo.

Los trabajadores, quienes son los mismos que laboraban en la empresa hasta julio del año pasado, cuando fue dada de baja por el gobierno federal con el argumento de fallas en el mantenimiento de sus aeronaves, comenzaron trabajos a finales de septiembre.

Primero fuimos tres o cuatro (trabajadores) por cada departamento, ahorita ya somos más de cien en este hangar, dijo Pedro, uno de los técnicos recién llamados. No sabemos quién es el dueño, pero nos están pagando, agregó.

Entrevistados en su hora de comida, dos de las secretarias, quienes ya tenían 4 y 7 años de antiguedad en la empresa hasta el año pasado, comentaron que la idea expresada por sus jefes es que Aviacsa reinicie operaciones el 15 de diciembre. Nos habían comentado que querían que fuera el 15 de noviembre, pero se pospuso un mes, dijo Cecilia.

Dentro del hangar del AICM se encuentran, según versión de los técnicos, cinco aeronaves Boeing 737-200, con capacidad para 112 pasajeros, a los que ya se les da mantenimiento y revisiones necesarias para certificar su aeronavegabilidad, luego de que han estado en tierra desde junio del año pasado.

Hace unos días, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) informó que la aerolínea Aviacsa está en posibilidades de reiniciar sus operaciones en diciembre próximo, pues inversionistas del Grupo Madero adquirieron la totalidad de las acciones y asumieron la administración.

Actualmente, según datos judiciales, la aerolínea conserva en propiedad 16 aeronaves, aunque la propia dependencia reconoció que el inicio de operaciones se pueda dar con dos o tres aeronaves, y paulatinamente incorporar más unidades en 2011. Los inversionistas tienen planes de renovar la flota.

La aerolínea fue suspendida en junio de 2009 por fallas en el programa de mantenimiento y por crecientes adeudos con diversas instancias gubernamentales, entre ellas Aeropuertos y Servicios Auxiliares por venta de combustible, y Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano, y 400 acreedores más.

Ya en tierra, la aerolínea se vio obligada a recurrir a concurso mercantil para evitar la quiebra, pero tiene vigente su título de concesión.

El plan de negocios expresado por el nuevo grupo de inversionistas es mantener a los mil 600 trabajadores de la aerolínea e inyectar 3 mil 700 millones de pesos para renovar poco a poco toda su flota. Además, hacer frente a una deuda de mil 600 millones de pesos, entre los cuales está restituir los vuelos a los pasajeros que aún tienen boletos y no pudieron viajar en su momento.