Corea del Sur despliega extrema vigilancia
Lunes 8 de noviembre de 2010, p. 27
Seúl, 7 de noviembre. Decenas de miles de personas tomaron el domingo las calles de Seúl en una protesta pacífica contra la cumbre de las economías del Grupo de los 20 (G-20) que se celebrará esta semana, mientras la ciudad seguía en alerta máxima por la reunión. En el acto se produjeron incidentes entre manifestantes y policías, que dispersaron a cientos de activistas que, coreando consignas contra la cumbre, intentaban marchar por la ciudad. Al menos 10 personas fueron detenidas.
Los manifestantes expresaron su rechazo a la ratificación de un tratado de libre comercio entre Corea del Sur y Estados Unidos, a unos días de la visita del presidente Barack Obama a Seúl, para asistir a la cumbre.
Sindicatos y ONG anunciaron en los últimos días una semana de acción contra la cumbre que comienza el 11 de noviembre. Los opositores al G-20 se unieron en septiembre en una coalición contra el grupo, al cual acusan de no preocuparse por asuntos sociales como la creación de empleos y por hacer que los países más pobres paguen las consecuencias de la crisis.
La cumbre de jueves y viernes se celebrará en medio de un masivo despliegue de seguridad. Más de 50 mil policías protegerán a los miles de delegados y líderes que asistirán al encuentro. Las autoridades aumentaron la seguridad el fin de semana como preparación al arribo de 10 mil participantes, incluyendo a 32 jefes de gobierno y líderes de organizaciones internacionales.
Corea del Sur está preocupada por el riesgo de violentas protestas anticapitalistas y ansiosa ante la posibilidad de que su rival, Corea del Norte, intente provocar un incidente para hacerle pasar vergüenza.
Las fuerzas de seguridad han sido puestas en elevada alerta: se prepararon los misiles antiaéreos, las rutas de navegación y aéreas están bajo estrecha vigilancia, y el control en aeropuertos ha aumentado. Las fuerzas armadas de Corea del Sur están en alerta Nivel 3, el más alto.
En la protesta participaron entre 20 mil y 40 mil manifestantes, y fue una prueba del ánimo de los activistas, que además dio pistas sobre cómo responderá la policía ante los posibles disturbios del jueves y viernes.